Hoy nos levantamos pronto. Ya nos adelantó ayer Norbu, que se trasladaba el cuerpo monástico con su máxima autoridad el Je Khempo, desde el Dzong Punakha, su residencia de invierno, a la residencia de verano en Thimphu. Así que hemos desayunado temprano en nuestro hotel Himalayan Dragon's Nest, para salir rápidos hacia nuestro destino en Paro. Si coincidiéramos con la comitiva de monjes, el viaje se haría eterno.
En nuestro retorno, tenemos que volver a pasar por el puerto de montaña de Dochula, donde esperamos, que el día salga despejado para disfrutar de sus estupendas vistas sobre los himalayas.
Por los pequeños pueblos por donde vamos pasando, observamos a los fieles residentes de pie en los márgenes de la carretera, esperando a la comitiva con su máxima autoridad religiosa.
Hasta los moradores de las pequeñas aldeas, apartadas de la carretera, se acercan para no perderse el gran evento anual.
De nuevo, nos vemos envueltos en plena naturaleza, con los inmensos bosques que nos rodean. Bután, con casi tres cuartas partes de su territorio cubierto por bosques, se encuentra entre los 10 lugares más biodiversos del mundo y tiene el porcentaje más alto de tierras protegidas en Asia. Y afirma ser una economía de carbono negativo.