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2.023-05-19 REGRESO DE PHUNAKHA A PARO


Hoy nos levantamos pronto. Ya nos adelantó ayer Norbu, que se trasladaba el cuerpo monástico con su máxima autoridad el Je Khempo, desde el Dzong Punakha, su residencia de invierno, a la residencia de verano en Thimphu. Así que hemos desayunado temprano en nuestro hotel Himalayan Dragon's Nest, para salir rápidos hacia nuestro destino en Paro. Si coincidiéramos con la comitiva de monjes, el viaje se haría eterno.

En nuestro retorno, tenemos que volver a pasar por el puerto de montaña de Dochula, donde esperamos, que el día salga despejado para disfrutar de sus estupendas vistas sobre los himalayas. 

Por los pequeños pueblos por donde vamos pasando, observamos a los fieles residentes de pie en los márgenes de la carretera, esperando a la comitiva con su máxima autoridad religiosa.


Hasta los moradores de las pequeñas aldeas, apartadas de la carretera, se acercan para no perderse el gran evento anual. 



De nuevo, nos vemos envueltos en plena naturaleza, con los inmensos bosques que nos rodean. Bután, con casi tres cuartas partes de su territorio cubierto por bosques, se encuentra entre los 10 lugares más biodiversos del mundo y tiene el porcentaje más alto de tierras protegidas en Asia. Y afirma ser una economía de carbono negativo.


El patrimonio natural de Bután todavía está en gran parte intacto. El país tiene fama de ser un ejemplo por lo que se refiere a la conservación. Su biodiversidad es extremadamente rica y el país se ha beneficiado de una decisión del gobierno, de mantener al menos el 60% de su superficie cubierta de bosques. Un país impregnado de tradición budista, donde la caza y la pesca no forman parte de las costumbres.  Aquí no se trata de matar a un animal. Para comer pescado, o se importa de la India o hay que esperar a que los ríos se desborden durante las inundaciones y recoger sus peces locales en las orillas. Así pues, la abundante fauna de Bután está particularmente bien conservada y la especie sirve sobre todo de despensa para los grandes depredadores.

En estos bosques inexpugnables, la biodiversidad de fauna y flora es incontable. Para ser un país tan pequeño, ofrece una de las más ricas biodiversidades del planeta, con más de 5.500 variedades de plantas  y 200 familias de mamíferos, algunas de las cuales están amenazadas de extinción. Norbu nos comenta que hasta estos bosques por los que pasamos, se ha tenido constancia por los guardas, de la presencia del tigre. Pero la verdadera riqueza de la fauna de Bután reside en los cielos. Este país acoge a casi 800 especies de aves.

El tigre de Bengala, el leopardo nublado, la liebre híspida y el oso perezoso viven en las tierras bajas tropicales y los bosques de madera dura en el sur. En la zona templada, langur gris, tigre, goral y serow se encuentran en bosques mixtos de coníferas, latifoliadas y pinos. Los árboles frutales y el bambú proporcionan hábitat para el oso negro del Himalaya, el panda rojo, la ardilla, el sambar, el cerdo salvaje y los ciervos que ladran. Los hábitats alpinos de la gran cordillera del Himalaya en el norte, son el hogar del leopardo de las nieves, ovejas azules, marmotas, lobos tibetanos, antílopes, ciervos almizcleros del Himalaya y el takin, el animal símbolo nacional de Bután. El búfalo de agua salvaje en peligro de extinción se encuentra en el sur de Bután, aunque en pequeñas cantidades.


El Takin, curioso animal mitad cabra, mitada vaca. Al que no tuvimos oportunidad de ver. Y eso, que existe La Reserva natural del takín de Motithang, ubicada en el distrito de Motithang en Timbu. La razón para declarar al takín como animal nacional el 25 de noviembre de 2005, se atribuye a una leyenda que narra que el lama Drukpa Kunley, nuestro conocido "Divino Loco", creó al mamífero en Bután en el siglo xv. Cuenta la leyenda que los discípulos del Lama Drukpa Kunley, llamado también el Loco Divino, le animaron a mostrarles sus poderes. Tanta lata le dieron, que el monje reclamó que le trajeran una cabra y una vaca, cortó la cabeza de la primera y la pegó al cuerpo de la segunda y ordenó al nuevo ser que caminara para asombro de sus alumnos.

Pero el animal estrella, es el panda rojo. Un animal come-plantas y uno de los animales más pacíficos y bonitos del mundo . Esta esparce es la que predomina en Bután, país donde el también conocido como panda menor y donde es la estrella.


El panda rojo, panda menor de Bután como también se le conoce, es un animal tímido, peludo y uno de los más amenazados del mundo. Y por supuesto, mucho más difícil de ver que el Takin.

Las expectativas del día, son idénticas a las de ayer, en lo que respecta a la niebla. Al llegar al puerto de Dochula, una espesa capa de niebla lo cubre todo. Los 108 chortens con cuerpos cuadrados, bandas rectangulares rojas y techos abocinados sobre el montículo, hacen honor a su cometido y parecen los fantasmas de los soldados butaneses caídos en la guerrilla en 2003, contra la presión de militantes insurgentes indios transfronterizos asamés, que utilizaron el territorio de Bután como base para sus escaramuzas contra la India. 

A 3.100 metros sobre el nivel del mar, el paso de Dochula no es el paso más alto de Bután. Sin embargo, es importante porque conecta Thimphu con Punakha y viceversa.

Druk Wangyel Lhakhng

Hacemos la visita al templo Druk Wangyal  que ayer no pudimos ver.

La construcción de este templo conocido como Druk Wangyel Lhakhng, se completó en 2008. Se construyó como un monumento para celebrar los 100 años de la monarquía en Bután y en honor del cuarto Druk Gyalpo. Pinturas sobre temas de la historia de Bután decoran las paredes del templo7

Con el telón de fondo de las montañas del Himalaya oriental cubiertas de nieve, que no tuvimos la suerte de vivir. Nos quedamos con las ganas de admirar esa vista panorámica de 360 grados de los picos gigantes del planeta. Y  en especial,  las laderas cubiertas de nieve de Gangkhar Puensum, la montaña no escalada más alta del mundo con 7.570 metros, situada a 92 kilómetros al noreste. Y un gran panel nos las detalla, para hacernos una idea ¡Pero no es lo mismo!


Vista parcial de lo que nos perdimos. Al fondo el inmenso Gangkhar Puensum






Una pisada dorada incrustada en la roca, que nos contó Norbu representaba el pié de un gurú que dejo impresa su impronta en el lugar.


El templo estaba preparado con numerosas banderas de oración y hasta con alfombra roja como en hollywood. Todo para festejar el evento del día y dar la bienvenida al gran personaje y protagonista. El  lama de mayor jerarquía en Bután, el Je Khempo. Un grupo de jóvenes tenía preparado el ágape, para que no le faltase de nada a la máxima autoridad y a su séquito.




En el interior, pinturas sobre temas de la historia de Bután decoran sus paredes. Algunos de los murales son caricaturizados y otras de las pinturas se relacionan con la familia real y con el cuarto rey luchando contra rebeldes indios en el bosque. También hay monjes con computadora portátil y un avión Druk Air. Un contraste de modernidad frente a la solemnidad de los otros templos que hemos visitado.

En el altar presiden tres grandes estatuas, una al lado de la otra: Zhabdrung Ngawang Namgyal, Gautama Buddha y Guru Rinpoche. Zhabdrung Ngawang Namgyal es el fundador del estado de Bután. Gautama Buda es más conocido como Señor Buda y Gurú Rinpoche o Padmasambhava, el Lama que introdujo el budismo en el Tíbet y Bután.

En el templo hay una sección separada sólo para hombres.
Antes de abandonar el lugar, nos acercamos a la cafetería, que está justo debajo del templo, para tomar un reconfortante café. El día no está nada agradable y nos encontramos en este paso de montaña a más de tres mil metros del altura.

 


Seguimos nuestro itinerario y descendemos el puerto para dirigirnos, primero hacia Thimphu y desviarnos sin pasar por la ciudad, dirección a nuestro destino en Paro.

En el descenso hacia Thimphu, el paisaje cambia. Desaparecen los rododendros y cipreses de la otra vertiente y se imponen los pinos. Abajo, en el valle, se extiende la ciudad de Thimphu.


Hacemos una parada para sacar unas fotos de la fortaleza monasterio de Simtokha dzong que ya visitamos hace dos días y donde dejamos a los monjes en plena faena para dejar engalanado el monasterio, ante la visita de hoy del Je Kempo.


También pudimos observar frente a nosotros, la colosal estatua de Buda sentado en la colina sobre Thimphu.


A las afueras de Thimphu, vimos un grupo de chabolas en una ladera del monte y Norbu nos explicó que era un asentamiento de nepalíes.


Hicimos una parada en un establecimiento de centro de tejidos, con fábrica propia, ubicado en el extremo sur de Thimphu en Changzamtog, el Centro de Tejido Gagyel Lhundrup. Es una empresa privada que gestiona el centro de tejido y la tienda Gagyel Lhundrup. Un centro de tejido tradicional hecho a mano, donde puedes ver cómo l@s tejedores butaneses confeccionan las piezas.

Norbu nos comentó que ofrece las mejores telas de Bután y produce algunos de los mejores textiles tejidos a mano tradicionales de la región. De hecho, la realeza de Bután también obtiene la mayor parte de sus telas y prendas ceremoniales (el gho para el rey y el kushutara para la reina) de este centro.



Es un lugar donde los turistas pueden comprar telas tradicionales y prendas confeccionadas, y también, ver a tejedor@s expert@s trabajando, creando diseños intrincados en sus múltiples variedades. 



Nuestra siguiente visita es el monasterio de Tachogang o Tachog Lhakhang, a unos 25 km de donde estamos. Se encuentra en el tramo de la autopista Thimphu-Paro, antes de Chhuzom y justo después del pueblo de Isuna. El templo, en una colina, está a sólo 10 minutos andando de la autovía.

En Chuzom, donde confluyen los ríos Paro y Thimpu, se pueden ver diferentes tipos de estupas o chortens: tibetanas, nepalíes y butanesas. Los butaneses, creen que los malos espíritus se reúnen en este lugar y por ello han construido tres santuarios en estos tres diferentes estilos. 


Para llegar al templo hay que cruzar el río Paro Chu, a través de un puente hecho con cadenas de hierro y cubierto de banderas de plegaria, situado justamente debajo del templo. La fama de este puente a eclipsado un poco al templo. Este puente de 600 años cruza el Paro Chhu (río Paro) y fue restaurado tradicionalmente en 2005, después de ser arrastrado durante una inundación de 1969.

Tachog Lhakhang

Tachogang o Tachog Lhakhang, que significa "Templo de la Colina del Excelente Caballo", fue construido por el legendario Gran Constructor del Puente de Hierro, Thangtong Gyalpo (1385-1464) .

Thangtong Gyalpo, también conocido como Chakzampa, el "Hacedor de puentes de hierro", Nacido en Ölpa Lhartse en el alto Tsang del Tíbet, fue un gran yogui budista e ingeniero tibetano. Era todo un polifacético: médico, metalúrgico, arquitecto y pionero de la ingeniería civil y se cree que fue el primero en utilizar pesadas cadenas de hierro en la construcción de puentes colgantes. Construyó numerosos puentes de hierro y templos en Bután y el Tíbet en el siglo XV, algunos de los cuales todavía se utilizan en la actualidad. Dicen que este lama tibetano, en su juventud, vio a muchas personas ahogarse mientras cruzaban el río y por compasión hacia ellos, se convirtió en "El constructor de puentes de hierro". 

Fundó el linaje Cadena de Hierro de la escuela Shangpa Kagyu del budismo tibetano. También es conocido por haber fundado el lhamo u ópera tibetana y que creo, para financiar las obras de sus puentes. Así como por los numerosos puentes colgantes de hierro que construyó para facilitar los viajes y las peregrinaciones a través del Himalaya . El lhamo es un teatro secular clásico del Tíbet, con música y danza que se ha representado durante siglos y cuyo equivalente occidental más cercano es la ópera.

En 1433 viajó a Bután, donde construyó el templo Jangtsa Dumtseg Lhakhang, en el valle de Paro.  Según la tradición, para someter una fuerza serpentina debajo de la montaña. Más tarde, mientras meditaba rio abajo, a lo largo del Paro Chhu (río Paro), tuvo una visión de un caballo espiritual que lo inspiró a construir un templo y su famoso puente de hierro que cruza este rio.



El Tachog Lhakhang o Tamchog, Tachogang , construido por Thangtong Gyalpo, se alza sobre una colina desierta, directamente encima del puente, con hermosas vistas del río Paro y las montañas circundantes.


No subimos a la colina para visitar este templo que actualmente es un monasterio privado, dirigido por los descendientes de Thangtong Gyalpo.


El famoso Puente de Hierro no pudimos cruzarlo. En la actualidad, este puente histórico reconstruido, se encuentra junto a un moderno puente colgante de cable. Construido a principios de la década de 1970, para reemplazar el original, destruido por la inundación de 1969. Y por el que si pasamos






Continuamos nuestro itinerario y ya sin parar, nos dirigimos a Paro. Dejamos el distrito de Timbú al este y nos adentramos en otro extenso valle.



Todo viaje a Bután comienza y termina aquí, en Paro. Y es que en Paro, se encuentra el único aeropuerto internacional del reino de Bután. No solo da nombre a la ciudad, sino a este valle a 2.300 m de altura, que se extiende a lo largo del río Pa Chhu.


Entramos en uno de los dzongkhag o distritos más históricos del país. Se trata de una zona de paso comercial entre Bután y el Tíbet, lo que le dio a Paro la conexión cultural más cercana con esta región en comparación con cualquier otra zona de Bután.

Desde la carretera vemos las instalaciones del aeropuerto y también el impresionante Dzong de Paro, que se eleva sobre una colina, con sus imponentes muros blancos. El Dzong de Paro en realidad se llama Rinpung Dzong . Nosotros nos disponemos a visitar primero el edificio que está situado encima del dzong. Se trata del Museo Nacional de Bután, conocido como Ta Dzong.


Ascendiendo a la loma donde se encuentra el museo. Norbu nos hace una parada en un lugar engalanado con banderas y una gran estupa blanca nepalesa. Hay reunida mucha gente y a nuestro guía le ha picado la curiosidad. Se informa y nos explica que hay un festejo de bienvenida a un maestro budista que ha venido de Nepal y para ello han preparado una comida popular.   



Se trata del lhakhang Jangtsa Dumtseg. Un antiguo templo budista, que se encuentra entre los más antiguos de Paro. Desde su construcción, ha sido el centro de muchos cuentos populares y de espiritualidad y superstición, que aún siguen siendo uno de los principales atractivos del templo.

Su nombre "Dumtseg" es simplemente un acrónimo de " dum " (redondo) y " tse " (piso o piso), que describe su forma esencial. El chorten está dispuesto en lo que Tsering describe como un "esquema complicado inesperado" (Tsering, p. 122) que recuerda la forma de un mandala en planta. En elevación, el templo es una representación simbólica del monte Meru, la montaña mundial en el centro del cosmos budista.

Según una leyenda local, el lhakhang fue construido, para someter a una "fuerza serpentina" que se encontraba en la base del chörten.​ Otra leyenda explica que fue construido sobre la cabeza de un demonio. Según una fuente de Bután, fue construido "en la punta de una colina que se suelta como una rana para contrarrestar a Sadag (espíritu dueño de la tierra) y Lunyen (poderoso espíritu naga). Tambien se dice que la colina, por la cual el templo está construida, es una serpiente negra viciosa que se mueve hacia abajo ".


Nosotros nos mezclamos entre ellos y observamos como la gente hace cola, plato en mano,  para tomar la ración.



La estupa-templo fue construida en 1421 (otras fuentes dicen 1433) por un eminente lama tibetano llamado Thangtong Gyalpo (1385-1464), también conocido como Chagzampa o el "Hacedor de puentes de hierro" del que ya he hablado en nuestra visita esta mañana al templo de Tachogang o Tachog Lhakhang "Templo de la Colina del Excelente Caballo" .​ Su razón para construir un templo en forma de chörten es porque se dice que inmoviliza a los demonios y proclama la victoria del budismo. En 1841, el vigésimo quinto Je Khenpo, Sherab Gyeltsen restauró el templo con la ayuda de los aldeanos locales. Agradeciendoselo a los donantes, grabando sus nombres en los troncos de los árboles que forman las columnas de la planta baja.

Dejamos el lugar y a estas gentes que hoy han tenido un gran día de fiesta, y volvemos al vehículo para dirigirnos al Museo Nacional.

El Museo nacional de Bután



Dentro del recinto, hay dos edificios. El primero a la izquierda, moderno y con una arquitectura típica butanesa, donde visitamos su planta baja. Es una sala repleta de máscaras de feroces deidades protectoras, donde vimos un video de danzas y bailes tradicionales que se celebran en  los festivales en Bután. Los tshechus se llevan a cabo en días y meses auspiciosos en el calendario butanés, y duran varios días durante los cuales se realizan una serie de rituales y danzas con máscaras (danzas cham), donde los butaneses transmiten valores, mitología y creencias espirituales a través de estas danzas. 



Después pasamos a otra sala en la que se exponían las diferentes áreas geográficas del país con su flora y fauna.

Finaliza la visita al primer edificio. Nos dirigimos al Dzong Ta, el edificio circular del Museo Nacional. Una antigua torre del S. XVII, utilizada como torre de vigilancia de Rinpung Dzong o Paro Dzong y en sus inicios, en esta torre vivían soldados y prisioneros de guerra.

El dzong Ta tiene una estructura inusual dentro de la arquitectura butanesa, pues cuenta con una planta circular. Los materiales empleados en su construcción solo incluyen piedra y madera. Aunque no se utilizaron clavos, la estructura era robusta pues sobrevivió a dos terremotos. El edificio cuenta con paredes de dos metros y medio de grosor seis pisos de altura y uno bajo, además de un pasadizo subterráneo que conectaba con el río de la ciudad para garantizar el suministro de agua en tiempos de guerra.



Ta Dzong es el lugar para iniciarse en la cultura y las tradiciones de Bután. El edificio alberga algunas de las mejores muestras de arte butanés, incluidas obras maestras de estatuas y pinturas de bronce. El Museo Nacional posee más de 3.000 obras de arte butanesas, que abarcan más de 1.500 años del patrimonio cultural de Bután: utensilios, joyas, armas, instrumentos musicales, esculturas de Buda, pinturas, escrituras antiguas, colecciones de thangkas, vestuarios, utensilios cotidianos y sellos que sirven para hacer un recorrido por la historia de Bután. Lo más famoso de este museo es su colección de sellos de todas las formas, tipos y clases que os podéis imaginar. Toda una gran y variada colección divulgativa.


Esta atalaya sobre el valle de Paro ofrece unas espectaculares vistas.



Ahora cada piso del edificio está asignado a una determinada composición:
  • Comenzamos el recorrido en la planta baja donde se encuentras las antiguas celdas y que hoy albergan varios tipos de cañones, lanzas, pistolas de cerradura de cerillas y otras armas que se usaban en la antigüedad. También se exhiben grandes recipientes para almacenar agua; grandes vasijas hechas de cobre y bronce.  Hay también artículos utilizados en hogar de Bután, como lámpara, vasijas de vino (de madera, bambú y cuerno de búfalo), instrumentos de pesaje, vasijas y urnas pertenecientes a diferentes épocas, utensilios de cocina, platos y productos de bronce. También se exhiben. 
  • En el primer piso - con productos hechos de bambú, que son utilizados por los residentes locales durante el trabajo agrícola. También se exhiben armas modernas y tradicionales que incluyen pistolas, cañones, espadas, arcos y flechas. Las armas fueron entregadas por diplomáticos extranjeros al Tercer y Cuarto Reyes de Bután con motivo de sus respectivas coronaciones. Otras armas de guerra expuestas son espadas, rifles, cuchillos, cascos y escudos.
  • En el segundo piso, hay una rica colección de sellos butaneses que fueron emitidos por el servicio postal del país para conmemorar una variedad de temas. También se exhiben en esta galería joyas como anillos, aretes, brazaletes, amuletos (Gau), Koma (broches), tazas de madera conocidas como Zaphorp. También se puede ver el inicio de la moneda en Bután, que comenzó con monedas pequeñas. Además se exhiben diferentes tipos de teteras fabricadas con diferentes materiales utilizados en diversas ocasiones.
  • El tercer piso alberga grandes colecciones de diversos elementos, como estatuas talladas en diversos materiales, madera de sándalo, marfil y cuerno de rinoceronte y otros elementos religiosos. El más notable es la estatua de Kongtse Denmo. También se pueden ver diferentes trajes usados por personas en diferentes regiones.
  • En el cuarto piso, hay una pequeña colección de artículos prehistóricos que van desde azuelas hasta vasijas de barro recolectadas de diferentes partes del país. Los artículos representan una importante fuente de información que demuestra la existencia de personas en Bután desde la Edad de Piedra. También se exhiben artículos religiosos de la época en que el budismo se introdujo en Bután en el siglo VIII, como dagas rituales, espadas y otros artículos sagrados.
  • En el quinto piso, con una exposición dedicada a los siglos XI-XV, la deidad budista Namsa y rituales budistas. Las galerías exteriores del quinto piso exhiben pinturas de Thangka. El arte de la pintura thangka se introdujo en Bután ya en el siglo XII d.C.
  • En el sexto piso - El Tshogzhing Lhakhang que es Capilla del Árbol del Mérito, se compone de un mandala de árbol tridimensional que representa las cuatro escuelas principales del budismo Vajrayana en la región del este del Himalaya, como la antigua secta (Nyingma), la secta del sombrero negro (Kagyu), la secta Shakya y la secta Gelugpa - Sombrero amarillo.
Fotos de internet.

Su extensa colección de obras lo convierte en un lugar ideal para que los visitantes aprendan sobre la historia, las culturas y las tradiciones de Bután.

Dznog de Paro

Desde el Museo Nacional descendemos en unos minutos al dzong de Paro, en realidad se llama Rinpung Dzong y significa algo así como «fortaleza sobre un montón de joyas». Nosotros accedemos por la zona trasera del edificio. Hay otra entrada cruzando el río Paro Chhu y se hace atravesando un puente cubierto de madera.


El Rinpung Dzong, encaramado en la ladera, es una fortaleza y un monasterio budista, adscrito al linaje Drukpa, de la escuela Kagyu, comúnmente conocido como Paro Dzong.

Un majestuoso edificio rojo y blanco con cúpula dorada que domina el horizonte de Paro. Un colosal ejemplo de arquitectura defensiva que tiende su mirada protectora sobre el valle y la ciudad. Cuenta con catorce capillas y santuarios.


HISTORIA DEL DZONG

En el siglo XV, la población local ofreció el peñasco de Hungrel en Paro a Lama Drung Drung Gyal, un descendiente de Pajo Drugom Zhigpo -un budista tibetano particularmente importante en la expansión temprana de la escuela Drukpa en Bután- . Drung Drung Gyal construyó allí un pequeño templo y más tarde un Dzong o fortaleza de cinco pisos que se conocía como Hungrel Dzong.

En el siglo XVII, sus descendientes, los señores de Hungrel, ofrecieron esta fortaleza al jerarca Drukpa , Ngawang Namgyal , el Zhabdrung Rinpoche unificador del país, en reconocimiento a su autoridad religiosa y temporal. En 1644, Zhabdrung desmanteló el dzong existente y sentó las bases de un nuevo dzong. En 1646, el dzong fue reconsagrado y establecido como el centro administrativo y monástico de la región occidental y pasó a ser conocido como "Rinpung Dzong".

Durante los siglos XVII y XVIII sirvió como bastión de defensa contra la invasión del norte, el Tibet. El Dzong de Paro ha padecido todo tipo de catástrofes, un terremoto en 1897 y en 1906 un incendio le ocasionó innumerables daños, pero inmediatamente fue restaurado.

Hoy en día es dzong es sede de la administración del valle de Paro y también de una comunidad monástica de aproximadamente 240 miembros. 

Con una arquitectura de estilo tradicional, cuenta con un complejo de patios, templos, oficinas y un área de alojamiento rodeada de altos muros.

NUESTRA VISITA 


Ascendemos las escaleras de piedra para acceder al recinto. Antes de acceder al patio pasamos por un pequeño corredor ricamente decorado con pinturas tántricas.

             




Traspasar la puerta de acceso al patio interior. El silencio y la calma reinan, solo se rompe con el sonido de algunos niños monjes que se divierten en este patio con el suelo de losas de piedra. Frente a nosotros la enorme torre central o utse que cuenta con cinco pisos de altura; fue construido en la época del primer penlop (gobernador) de Paro en 1649. Las paredes blancas del edificio contrastan con la magnífica carpintería tradicional butanesa que decora tanto puertas como ventanas de madera ricamente talladas, que están pintadas en color rojo, ocre, negro y oro.

Aquí, además de encontrarse la sección administrativa del Dzong, hay un santuario que alberga a los dioses guardianes de Paro.


                 



Todas las estancias que rodeen el patio están ricamente talladas en madera y ricamente ornamentadas. Toda la estructura es impresionante.




Este lugar fue el escenario del rodaje en 1993, de la película de Bernardo Bertolucci, Little Buddha, gran parte de la cual fue filmada en el dzong. De hecho, "Pequeño Buda" se convirtió en la primera película rodada en este pequeño estado del Asia meridional, gracias a la concesión de los monjes y del mismo rey. ¡Por cierto! la película cuenta cómo un monje tibetano, con el mismo nombre que nuestro guía, llamado Lama Norbu, cree haber encontrado en un niño norteamericano, a la reencarnación de su maestro muerto nueve años antes.





Merece la pena asomarse al balcón mirador del patio, desde donde se disfrutan de unas estupendas vista panorámicas del valle.


Muchas paredes están decoradas con coloridos Tankas y murales budistas. En ellos se representaba la rueda de la vida, mándalas cósmicos, representaciones del mito budista de los cuatro amigos, el monte Meru o dioses protectores de furioso aspecto. 

La profusión de dioses, en su forma beatífica o demoníaca, desconcierta al más versado en el budismo tradicional.




   



Hay curiosas pinturas murales de mongoles dominando al tigre. Los mongoles se habían hecho con el control del poder religioso y civil en Tíbet en la década de 1630 e intentaron invadir Bután. Finalmente no lo lograron. Norbu nos contó que estas pinturas se realizaron para hacer ver a los temidos mongoles, que en caso de una derrota de los butaneses y los mongoles conquistasen el dzong. Hacerles ver que habían dominado al tigre, el símbolo del poder en Bután y evitar que destruyesen la fortaleza.


También representaron otros furiosos animales dominados.


La gran sala de oración se llama dukhang. Las paredes exteriores de esta sala están decoradas con preciosos murales que relatan la vida del poeta y santo tibetano llamado Milarepa, muy venerado por los budistas.


Fotos de internet. https://www.flickr.com/photos/rafaelgomez/albums/72157633011349795/



Una escalera conduce al barrio monástico, que alberga a unos 200 monjes. El kunrey , que funciona como salón de clases de los monjes, está en el lado sur (a la izquierda) y se centra alrededor de una imagen de Buda de 16 años. Ala izquierda del vestíbulo exterior, un mural de la "espiral mística", una imagen exclusivamente butanesa. Variación del mandala. Otros murales aquí representan el Monte Meru, el legendario centro del universo, rodeado por siete cadenas montañosas y cuatro continentes.


Los monasterios desde hace siglos se han convertido en la opción para muchas familias sumidas en la pobreza para que sus hijos sobrevivan enviándoles desde los siete años de edad, algunos desde los cinco, a estos sitios donde los monjes proporcionan alimentos, vestido y educación, pero bajo sus propias reglas monásticas y bajo la premisa de que la vida espiritual exige una férrea disciplina. Unas rígidas reglas y normas ancladas desde hace muchos siglos y sobre las que muchos críticos exigen cambiar y que se reconozca a estos niños que, a pesar de ser considerados monjes, siguen siendo niños. 

En las familias butanesas la herencia generalmente pasa por línea materna a través de la línea femenina en lugar de la masculina, son las mujeres las que heredan la casa de los padres, ya que se espera que un hombre haga su propio camino en el mundo.


Los niños que aspiran a ser monjes algún día. Después de sus labores monásticas, se pasean o corren por el patio y juegan a las canicas, como cualquier niño normal.



Se pueden ver hermosas danzas enmascaradas que representan historias junto con una procesión de imágenes sagradas. El vistoso tsechu de Paro, culmina con el despliegue de un thondrol (gran imagen religiosa) que representa a Guru Rinpoche.

Un gran festival anual, el tsechu de Paro se lleva a cabo en el dzong Rinpung del undécimo al decimoquinto día del segundo mes del calendario lunar tradicional de Bután (generalmente en marzo o abril del calendario gregoriano). Se pueden ver hermosas danzas tradicionales enmascaradas que representan historias religiosas y que son interpretadas por monjes. 

Antes del amanecer de la mañana del decimoquinto día, se exhibe al público en las primeras horas de la mañana un gran estandarte sagrado, el thongdrel (similar al tapiz thangka) que representa las Ocho Manifestaciones de Padmasambhava. Solo se muestra en horas tempranas para mantener la tradición de evitar que la luz solar caiga sobre el tapiz.

Foto internet.
 


Dejamos el espectacular Rinpung Dzong y damos por finalizadas nuestras visitas del día de hoy. La jornada la finalizamos acercándonos a la ciudad de Paro para conocerla y hacer algunas compras.

LA PEQUEÑA CIUDAD DE PARO



La ciudad tienes sus orígenes en el siglo X, cuando fue construido un monasterio a orillas del río Paro Chhu. Pero no fue hasta 1646 cuando Shabdrung Ngawang Namgyal construyó un monasterio de cinco pisos, que durante siglos fue una defensa eficaz contra los numerosos intentos de invasión por los tibetanos.

Una ciudad histórica, la tercera ciudad de Bután, a pesar de lo cual, cuenta solo con unos 21.000 habitantes, que se distribuyen sobre un precioso valle verde, regado por el río Paro Chuu. Sus casas decoradas de forma tradicional, con ventanas y puertas bellamente enmarcadas en madera policromada, y conteniendo en sus bajos, preciosas tiendas de artesanía local. El resto de la población se va diluyendo en bonitas casas de campo, distribuidas por el valle, cada una de ellas con su pequeño campo de arroz del que consiguen dos cosechas al año.

Uno de los motivos de la importancia de Paro, es porque es el lugar habitual de entrada al país, es donde está su único aeropuerto internacional. Una de las cuatro entradas al reino, junto con otros tres pasos fronterizos por tierra.




Paseamos a lo largo de su única calle principal comercial y lo primero que se advierte en el centro de Paro es la ausencia de hormigón y metal en las construcciones. Las casas son de madera y casi todas tienen dos pisos, con ventanas labradas y pintadas de vivos colores. Un complejo de arquitectura tradicional butanesa con edificios ricamente decorados que albergan instituciones, restaurantes y pequeños comercios de calidad, que lo convierten en una especie de centro comercial abierto, con bonitas e interesantes tiendas de artesanía. Nos cruzaremos con los habitantes de la ciudad con su vestimenta tradicional.





Visitamos varis tiendas de regalos y souvenirs. Yo por fín conseguí comprar una colorida máscara de dragón que junto a un molinillo de oración que compré en Thimphu y un gorro nepalí, ya tengo colocados en una balda de mi salón en casa junto recuerdos de otros viajes.

Nuestro hotel The Village Lodge Paro está a las afueras de la ciudad. Un pequeño y tranquilo hotel situado junto a unos arrozales.




Por la noche, antes de la cena un grupo de jóvenes nos hizo una fiesta de bienvenida. Donde nos ofrecieron rituales de danzas folklóricas tradicionales con música, bailes y máscaras. Entrelazando la voz, la instrumentación, el teatro y la danza. Al más puro estilo de sus tsechus o festivales que celebran anualmente.

Bután, con todo lo que puede ofrecer, es un país para la ventura y la fascinación de nuestros ojos occidentales siempre ávidos de sorpresa y autenticidad. La música de Bután es parte integral de su cultura y juega un papel principal en la transmisión de sus tradiciones y valores sociales. 

 




Esa danza Cham, quizás sea la más atractiva para los turistas, debido a colorido y vistosidad. En el baile se utilizan vistosos atuendos de colores y temibles máscaras talladas en madera o incluso cartón por artesanos locales.

Los danzantes representan a las cuatro dignidades; El pájaro mítico Garuda, el León de las Nieves, el Tigre y el Dragón, que en el budismo tibetano son guardianes profundamente poderosos de la mente y evocan las cuatro energías de la propia mente iluminada.

En Bután, se les conoce más comúnmente, y cariñosamente, como Chung, Seng, Tak y Druk, los «Cuatro Guardianes». También se les conoce como los «Cuatro Dioses» o los «Cuatro Auspiciosos». 


Bután sigue siendo a día de hoy, en pleno siglo XXI, un país totalmente misterioso, desconocido e insólito a ojos occidentales debido en buena parte a una cultura única y ancestral y sobre todo al aislamiento gracias al cual dicha cultura se ha preservado casi intacta a lo largo de los siglos.



Después de la cena, nos retiramos pronto a las habitaciones. Mañana tenemos la visita al Nido del Tigre.






























































































 













































 





















 














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