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2.023-05-18 VIAJE A LOS PIES DEL TECHO DEL MUNDO -SALTANDO ENTRE VALLES;DE TIMPHU A PUNAKA-

 


Segunda jornada de vacaciones en Bután. Hoy nos espera al grupo un día denso de visitas interesantes: Conducción hacia el valle de Punakha, en la parte oriental del país, a través del paso de montaña Dochula a 3140 m, el primer paso de montaña en el interior de Bután. Este, en un día claro ofrece una impresionante vista de las cumbres nevadas del Himalaya, pero para hoy, tenemos malas expectativas por la niebla. En la cima se encuentran las 108 estupas conmemorativas conocidas como "Druk Wangyal Chortens" y el templo Druk Wangyal Lhakhang. Descendiendo del puerto al valle, visitaremos el templo de Chimi Lhakhang. situado en una colina en el centro del valle de Lobesa y erigido en honor a un santo lama muy especial, de nombre Drukpa Kunley, o como también le llamaron, el Divino Loco. Después del almuerzo nos acercaremos al monasterio de monjas de Sangchhen Dorji Lhuendrup, que se encuentra en la cima de una colina, justo enfrente de Chimi Lhakhang. Visitaremos el imponente Dzong de Punakha, una de las estructuras más majestuosas de Bután. Por último iremos al puente colgante de hierro sobre el rápido río Po Chhu, que se encuentra detrás del dzong Punakha. Es el puente colgante más largo de todo Bután.

Desayuno temprano, dejamos el hotel y partimos hacia el bello valle de Punakha. Punakha, a unos 70 km de Thimphu, está situada en este valle y no se encuentra a gran altitud, está tan solo a 1.200 metros sobre el nivel del mar. Estas dos condiciones hacen que Punakha sea uno de los distritos con las mejores temperaturas del país. Punakha es el centro administrativo del distrito del mismo nombre y hasta 1955 y desde la unificación del país en el siglo XVII, era la capital y la sede del Gobierno de Bután. Se mantiene, sin embargo, como capital de verano, ya que el clima del valle es el mejor de todo Bután. Sus valles están tapizados con arrozales dispuestos en terrazas donde brotan dos cosechas de arroz al año y también árboles frutales. El arroz es el producto base de la economía butanesa.

En este valle, en la confluencia de dos ríos, Pho Chu y Mo Chu (macho y hembra según la tradición local), florece en Punakha el segundo ‘dzong’ (fortaleza-monasterio) más antiguo y más grande del país, con una de las estructuras más majestuosas. Cuando se contempla por primera vez, da la sensación de ser un palacio flotante, un gran barco anclado a la orilla del río.

Un trayecto por carretera entre Thimphu y Punakha tiene siempre el aliciente de alcanzar el Paso Dochula, un mirador espectacular, sobre todo en los días claros, a las cimas de más de 7.000 metros de altura de la cordillera del Himalaya y la espectacular bajada hasta Lobesa-Metsina.


Tenemos que pasar por ese paso situado a 3.140 m de altitud que separa los valles de Thimphu y Punakha y donde haremos una parada. Se encuentra apenas a treinta kilómetros de Thimphu y llegaremos en una hora.

Salir de Thimphu es volver a enfrentarse a una carretera sinuosa que asciende por empinadas laderas cubiertas de frondosos bosques. La carretera es todo curvas y con firme en muy mal estado que se eleva hasata los 3.140 metros de altitud, su cota más elevada en el paso de Dochula. Dejamos atrás la capital y comienza el ascenso, a nuestra derecha, al fondo, vemos la enorme estatua de buda en la colina sobre Timphu, que en la distancia parece pequeña, y también vemos la fortaleza monasterio de Simtokha dzong que visitamos ayer.



El cielo esta cubierto y más que plomizo. Mal presagio para disfrutar en el alto de las estupendas vistas del himalaya. Enseguida nos vemos envueltos por las laderas y barrancos totalmente cubiertos de bosques vírgenes que nos acompañarán hasta el puerto. 


El Paso de Dochula, en el punto más alto del trayecto, es a la vez lugar de peregrinación y mirador, que en días despejados, ofrece una increíble vista panorámica de 360 grados hacia las cumbres del Himalaya. Al otro lado de esas montañas, está China………….el enemigo!. Dicen que la vista es espectacular, siempre y cuando las nubes no se empeñen en cubrir todo el lugar, hasta darle un aspecto fantasmagórico y que fue lo que el destino nos deparó. Allí se levantan 108 estupas en recuerdo de las víctimas de una de las pocas guerras modernas en las que se vio involucrado el país. Son conocidas como Druk Wangyal Chortens.

En este lugar no solo se encuentran las 108 estupas, un numero auspicioso en en budismo, sino que también hay un Monasterio budista llamado Druk Wnagyal Lhakhal. Este monasterio se terminó de construir en el año 2008, se edifico en honor al Rey Dragón, que es como se conoce al rey de Bután, para conmemorar la victoria sobre los indios insurgentes separatistas y los cien años de monarquía en el Reino de Bután.

También en el paso de Dochula, todos los 13 de diciembre se celebra un Festival, el Dochu La Wangyal. Este festival se estableció en 2011 para conmemorar la victoria del Cuarto Druk Gyalpo y las Fuerzas Armadas en 2003. Este Tsechu o festival es único, en el sentido de que lo realiza el Ejército Real de Bután, en lugar de monjes o laicos; compuesto para la ocasión con bailes y danzas de máscaras.


La cubierta forestal en las laderas del paso está formada por cipreses y banderas religiosas colocadas por el pueblo budista como símbolo de veneración.. Llegamos al puerto y pronto comienza a cubrirnos una espesa niebla que nos impide disfrutar de las vistas desde este lugar, que en días despejados se convierte en un mirador a cielo abierto que permite ver algunos picos nevados del Himalaya. Destaca sobre todos ellos el Gangkhar Puensum, que con sus 7570 metros, se considera como la montaña más alta sin escalar del planeta, así como el techo de Bután.

El Gangkhar Puensum visto desde el paso de Dochula. Foto de WikipediA

Las razones de que nunca haya sido coronada son varias. Bután solo permitió la escalada entre 1983 y 1994. Y en 2004 fue completamente prohibida en todas las cumbres del país debido a las creencias religiosas. Existe la posibilidad de ascender desde la parte china, ya que la montaña está situada en la frontera entre ambos países. Sin embargo éstos no se ponen de acuerdo y la disputa territorial sobre los 269 kilómetros cuadrados de territorio, que incluyen la cara norte de la montaña, aun sigue en disputa. China insiste en que la frontera discurre por la cumbre, dejando la mitad para cada país. Bután reclama la montaña completa.

Durante la década en que fue posible la ascensión al Gangkhar Puensum desde Bután tan solo se realizaron cuatro intentos, y todos fracasaron. Desde la parte china hubo un intento en 1998 por una expedición japonesa, pero finalmente se les denegó el permiso debido a la disputa territorial.


Pero es que incluso en días de pura niebla, atravesar el paso de Dochula es un regalo. Este lugar irradia magia y muchas emociones. Más cuando se camina en silencio por el memorial de los 108 chortens o estupas construidos en un montículo central en el paso y custodiados por un tupido bosque de cipreses, a los que les encanta coquetear con la espesa niebla. Los cipreses Cupressus cashmeriana, son el símbolo nacional de Bután.

Construidos en filas sucesivas, son fácilmente reconocibles por sus colores blanco y marron rojizo. Los chörtens están situados en tres capas: la primera capa del nivel más bajo tiene cuarenta y cinco chörtens, la segunda treinta y seis y la capa superior presenta veintisiete, construidos alrededor del chörten principal. En el idioma local, se les llama “gYul Las rNampar Gyal”, o los chortens de la victoria.

Las estupas o chortens que existen a lo largo y a lo ancho del mundo tienen su carga energética, histórica y espiritual. Las de Dochula no son la excepción, están allí desde 2004 para honrar a las víctimas de la fugaz guerra contra los rebeldes indios separatistas de Assam en territorio butanés. En particular, marca la victoria del rey Jigme Singye Wangchuck, quien desalojó a los rebeldes de sus campamentos en territorio de Bután, desde donde atacaban el territorio indio.​ Después de la guerra, el rey regresó a Timbu el 28 de diciembre de 2003, mientras se estaban construyendo los 108 chörtens. Se completaron a mediados de junio de 2004 y se consagraron y santificaron formalmente con ritos religiosos celebrados del 19 al 20 de junio.


En 1990, India lanzó las operaciones Rhino y Bajrang contra los grupos separatistas de Assam. Frente a la presión continua, los militantes asameses trasladaron sus campamentos al sur de Bután. Los campamentos fueron establecidos por cuatro movimientos separatistas asameses, Fue en 2003, y el Ejército butanés, comandado por su rey según recalcan los lugareños, expulsó a insurgentes separatistas indios, en conflicto con su país, la India, desde la década de 1970 y que se habían refugiado en las selvas del sur. La Operación All Clear fue una operación militar realizada por las fuerzas del Ejército Real de Bután contra los grupos insurgentes separatistas indios, entre el 15 de diciembre de 2003 y el 3 de enero de 2004. Fue la primera operación realizada por el Ejército Real de Bután 


No es baladí que sean 108 el número de chortens o estupas levantadas en el lugar. El número 108 es auspicioso y especial en el budismo y que se aplica para múltiples interpretaciones. Una de ellas señala que 108 es el número de tentaciones a las que un alma humana debe enfrentarse durante su ciclo de reencarnaciones antes de alcanzar el Nirvana y 108 son las vidas del Buda y el número de sus reencarnaciones.


Cada chorten tiene tres niveles. En su interior, hay enterradas imágenes budistas, textos sagrados y ofrendas.



El día está desapacible y hace más que fresco. Así que sacamos unas fotos y continuamos nuestro itinerario. Mañana, de vuelta, volveremos a pasar por este lugar. Esperemos que tengamos un mejor día para poder disfrutar de las vistas de las cumbres del himalaya. También visitaremos el templo Druk Wnagyal Lhakhal situado junto enfrente de las estupas.



Superado el Paso de Dochula, la carretera desciende rodeada de un paisaje en el que la naturaleza muestra su belleza natural intacta. En Bután existen diez parques y reservas naturales que cubren más del 40% de la superficie del país. Solo las banderas de oración que ponen los devotos budistas en los sitios más insospechados rompen, blancas o con sus cinco colores, el omnipresente verde de los árboles. A veces, unas sencillas construcciones techadas de madera en las orillas de la carretera, cobijan a mujeres que venden a los pocos que pasan por allí los pro­ductos del campo: pequeñas manzanas, verduras, cereales… Tanto en el ascenso como en el descenso nos cruzamos con los carnavalescos camiones, made in India, que transportaban toda clase de mercancías a los remotos pueblos del interior. Culebrean por estas pendientes y curvas, rebosando colorido y echando humo.





Conforme desciendes el puerto va despareciendo la masa boscosa y deja paso al valle. Hacemos una parada para ver el paisaje.




Después de dar la vuelta a la enésima curva en la bajada del puerto, tomamos un cruce hacia Punakha en Lobesa-Metsina. Al poco, en este Valle de Lobesa repleto de campos de arroz, paramos para ir caminando entre arrozales hacia el Monasterio Chimi Lhakhang, uno de los más visitados y dedicado a la fertilidad y a la protección. 

Monasterio Chimi Lhakhang y la glorificación al falo

Los Lhakhang son estructuras religiosas (templos) que se encuentran en todo el Himalaya ( Nepal , Bután ) que albergan objetos sagrados y en los que se llevan a cabo actividades religiosas. Lhakhang significa "la casa de los dioses": seres iluminados como Buda , sus seguidores y otras deidades. Aunque no coinciden con las proporciones altísimas de los dzongs , muchos lhakhang son más antiguos que los dzongs, y algunos datan del siglo VII.


Desde la cercana  comunidad de Sopsokha, donde nos deja el vehículo, tenemos un paseo tranquilo de unos 30 minutos  a través de campos agrícolas y arroz, que inmortalizamos con numerosas fotos y videos. Entramos en la comunidad de Teoprongchu y a nuestra izquierda pasamos una aldea, continuamos en línea recta hacia Youwakha otra pequeña aldea de esta comunidad y desde donde se asciende al monasterio. 

Estamos en pleno valle de Lobesa, eso sí, lo más característico de este lugar es la representación de falos de diversos tamaños y colores que decoran tanto el templo como las fachadas de las casas y sus alrededores, por lo que también es conocido como el templo del pene; dónde los falos son los protagonistas indiscutibles. Abunda la iconografía sexual, muestra de la disciplina tántrica de la iluminación a través de la unión carnal. A pesar de que está prohibido besarse en público, frente a muchas casas campesinas, el viajero encuentra un enorme pene pintado en la fachada y adornado con un lazo, símbolo de la protección del lama del siglo XVI conocido como el Divino Loco.

El monasterio de Chimi Lhakhang está dedicado a un santo butanés poco convencional, el lama Drupka Kinley conocido por sus enseñanzas poco ortodoxas y a veces hasta escandalosas, a Drupka Kinley lo llaman cariñosamente el "Divino Loco". En el camino que pudimos recorrer a través de las aldeas, se hallaban multitud de pequeños chiringuitos donde poder comprarlos en todos los tamaños y colores, tallados o lisos, para colocar sobre una estantería o para usarlo como llavero.

En su tradición, las imágenes sexuales abundan, como reflejo de la creencia tántrica de que las relaciones carnales pueden ser una puerta hacia la iluminación. Nadie personificó esta idea de manera más provocativa que este lama del siglo XVI , quien sigue siendo un santo muy adorado en gran parte de Bután y que trabajó horas extras para difundir la iluminación a través de una vida sexual activa. Sus hazañas sexuales son legendarias y se cuenta que en cierta ocasión le regalaron un brazalete y se lo puso en el pene. Con su sorprendente actitud pretendía desdramatizar las enseñanzas budistas y conectar con la gente.

  

Ya cantaba el showman y compositor español conocido como Leonardo Dantés aquello de: "Tiene nombres mil el miembro viril. Y, además de infinidad de nombres, hay muchas y muy variadas maneras de representar un pene. Pues bien, en esta zona cercana al templo, aquello de pintar un falo en una pared o en las fachadas de las casas, no debe ser considerado como vandalismo, sino más bien como un acto sagrado, de culto y buen augurio contra el "mal de ojo". Dice que es capaz de alejar los malos espíritus.

Los butaneses creen que su imagen ayuda a la fertilidad, ofrece protección contra el mal, disipa los chismes maliciosos y desvanece las energías negativas. Y buena prueba de ello son las alusiones en sus pintadas fachadas.  


Drukpa Kuenley (1455-1529) era originario del Tibet. Explicaba las enseñanzas budistas de una forma nada convencional. Pensaba que las estrictas formas en las que normalmente se transmitía no tenían sentido. Desafió las estrictas normas ortodoxas de la época y prefirió contarlas través de poemas divertidos, amor libre y sexo, aderezándolo por supuesto, con un buen vino. Los lugareños, lejos de asustarse le veneraban. Su frase: el vino y las mujeres son mi meditación, motivó que le pusieran el sobrenombre de El Divino Loco. Las leyendas cuentan, cómo este monje usaba su energía sexual para subyugar demonios y liberar a las personas de sus inhibiciones.

Según nos contó Norbu,  la primera experiencia sexual del Divino Loco, a base de insistencia, fue con su madre. Después se lo contó a su padre, lo que provocó su ira y la expulsión de la casa de sus padres.




Un estudio de 2011 titulado “El dominante falo de Bután” hecho por el historiador francés Françoise Pommaret y el erudito butanés Tashi Tobgay, dice que la creencia en la habilidad del falo para proteger contra los malos espíritus y transformarlos en deidades protectoras puede ser rastreada hasta Drukpa Kunley.



Proseguimos nuestro recorrido caminando entre campos de arrozales. Bután dentro de su política de protección al medio ambiente se planteó tener una agricultura totalmente orgánica, prescindiendo de los pesticidas y los abonos químicos. La transición hacia una agricultura libre de residuos tóxicos comenzó en 2007.


La mayoría de los butaneses son agricultores, y su manera de cultivar estas tierras, fruto de siglos de tradición, responde en general a los principios de la agroecología. El largo periodo de aislamiento voluntario que experimentó el reino ha servido no sólo para preservar casi intactos sus paisajes y ecosistemas, sino para mantener en perfecto estado prácticas tradicionales que hoy podemos encontrar en los manuales más avanzados de agricultura ecológica.



La cosecha de arroz es un verdadero viaje a las antiguas tradiciones de Bután, ya que aún hoy en día no se utilizan tecnologías en el proceso de recolección. Hombres y mujeres hacen todo el trabajo de preparación en el campo: cosechan plantas, las doblan en gavillas, y las dejan secar al sol. Las gavillas secas son golpeadas, y las pajanas se separan de los granos de arroz.

Un tipo especial de arroz para probar en Bután es el arroz rojo. Su sabor es más suave, y el arroz se mantiene rosa pálido después de cocinar. El arroz rojo se cultiva en grandes cantidades a lo largo de los valles fluviales de Punakha. De hecho, Punakha es el mayor productor de arroz rojo de Bután.


Los campos del cultivo están trabajados en terrazas y nuestro guía Norbu nos comenta que dan dos cosechas al año. El resto de campos del país sólo da una pero es que este terreno es especialmente propicio. El clima cálido y húmedo permite esas dos cosechas, cosa que se hacía tradicionalmente. Pero debido al aumento de población de la capital y la necesidad de alimentos frescos de ésta, las familias campesinas hacen ya una sola cosecha anual de arroz y la segunda van alternándolo con otros cultivos como patatas, trigo o verduras que se venden en el mercado semanal de Thimphu.



El monasterio se encuentra en una colina junto al Río Puna Tsang Chhu y para llegar, dimos un paseo atravesando estos campos de cultivo. En medio de ellos pasamos por un chorten o estupa  levantada en mitad del campo. A su lado se alzaban las banderas de oración que se mecían al son del viento, sujetadas por altos postes de bambú o colgadas. Todo para elevar al cielo las plegarias de oraciones de los fieles budistas.

Encontramos junto al Chörten a un grupo de lugareñ@s, una paisana dando vueltas al chorten girando las ruedas de oración y otr@s sentados junto a el, preparando la nuez de areca envuelta en hoja de betel para masticar. Al masticarla, se va transformando en una especie de goma de mascar, cuyo efecto es estimulante, produce sensaciones similares al efecto que generan la cafeína o la nicotina . Por este hecho, se puede considerar como una sustancia psicoactiva, capaz de alterar el Sistema Nervioso Central y de generar adicción. Es llamativo el color rojo vivo que al mascar deja en los dientes, el paladar y la lengua.



Este fruto seco es cosechado de la palmera Areca Catechu y se vende en los mercados locales. Produce efectos narcóticos que untado con lima y envuelta en hoja de betel, tiñe de rojo los dientes. Además de su efecto estimulante, la nuez de areca es alabada por sus virtudes contra los dolores.  Pero parece ser, que este aditivo bocado es una bomba de relojería y produce cáncer bucal según la OMS. Aquí también es un sustituto del tabaco cuya venta está prohibida. No obstante, se permite a los fumadores introducir tabaco para uso personal y en la intimidad del hogar o en lugares privados Pero tienen que pagar un 100% de tasas sobre el precio y otro 100% de aranceles". El sobrecoste es un lujo que no se pueden permitir estos paisanos.

No pudimos disfrutar del espectáculo de ver en estos arrozales a cientos de grullas de cuello negro que visitan el valle en su viaje migratorio desde partes remotas del Tíbet, China y Siberia. Pasan los peligrosos picos del Himalaya para llegar a sus terrenos de invierno en Bhután e India, desde finales de octubre hasta marzo. Dicen que es todo un espectáculo verlas cuando llegan buscando estos humedales de gran altitud, durante su temporada de reproducción. Las grullas de cuero negro o también llamadas Grus nigricollis, que están en peligro de extinción, son símbolo del budismo y sus seguidores se refieren a ellas como aves celestiales.


La gastronomía de Bután emplea una gran cantidad de arroz rojo, similar al arroz integral en textura, pero con un sabor a nuez, y la única variedad de arroz que crece a grandes alturas.


Un paisano con la camiseta del Barça en plena faena.




Al fondo encima de la aldea se observa la loma y el Monasterio Chimi Lhakhang

Aldea de Youwakha


Tras casi media hora de caminata, llegamos a la última aldea, justo bajo la colina donde esta el templo. Las banderas del rezo se alinean a lo largo del camino de esta aldea minúscula  conocida como Youwakha y nos acompañan en el ascenso, hasta la misma entrada.


Justo a la entrada del monasterio hay un gran molino de oración grabado en letras doradas. Pasada la entrada, nos recibe un gran ejemplar de Ficus religiosa que nuestro guía nos explica, que es un retoño del árbol bodhi o higuera sagrada donde Buda meditando alcanzó el nirvana.




Me llevé una hoja de recuerdo. Si bien nos explico nuestro guía que si se corta una ramita con la intención de plantarla o injertarla para conseguir un árbol, no es posible lograrlo. Probablemente, una manera de proteger al árbol de una poda máxima y quitar de la mente de los visitantes intentarlo.



De frente el templo, un pequeño edificio  sencillo, pero bonito. Chimi Lhakhang es un edificio cuadrado, elegantemente diseñado con un techo marrón y dorado puntiagudo y paredes blancas adornadas con medallones dorados. Construido en 1499, su arquitectura y el diseño del templo representan la combinación perfecta de belleza y simplicidad. El templo es bastante pequeño en comparación con otros templos de Bután.

Chimi Lhakhang fue construido en el siglo XV en honor al lama Drukpa Kunley, que vivió entre los años 1455 y 1529. De ascendencia tibetana nacido en la región oeste del Tíbet, fue uno de los primeros monjes que introdujo el budismo en Bután y conocido por sus métodos locos de iluminación de otros seres, en su mayoría mujeres.

La leyenda cuenta que en la zona de Dochula vivía un demonio con forma de perro que tenía aterrorizada a la gente. Cazaba sus animales y destruía sus propiedades incluso se comía a los lugareños. Drukpa Kunley, sometió al demonio con su “rayo mágico de sabiduría”, y lo derribó . El Divino Loco luego capturó al demonio muerto en forma de perro en una estupa y pronunció: "Chi Mi", que significa "Sin perro". Se dice que se autoproclamaba el "Santo de la Fertilidad", incluso se cree que adoraba al falo y buscaba animar a otros monjes a mirar por encima de las enseñanzas tradicionales.

En este monasterio se  custodia todavía el falo de madera que Kunley trajo consigo del Tíbet, el cual aún se utiliza para bendecir a los feligreses que estén deseando poder tener hijos.

Más allá de la connotación del miembro viril como alegato a la fertilidad, en Bután se le considera un protector contra los espíritus malignos y los demonios. Con su sorprendente actitud pretendía desdramatizar las enseñanzas budistas y conectar con la gente.

Justo afuera del templo hay un Chorten negro. ¡Aquí es donde dicen que el Divino Loco atrapó al demonio perro!




El monasterio está rodeado de ruedas de oración incrustadas en la fachada con pizarras talladas con imágenes de santos.


En el interior hay un patio por el que se accede al templo y a un anexo o sala de oración para los monjes. A ambos lados, en las dos esquinas del patio hay dos grandes ruedas de oración.

Las pinturas de las paredes representan diferentes escenas. La leyenda no podía faltar, el monasterio fue creado tras la victoria contra el mal en forma de perro que llegó desde las montañas de Dochula y la colorida vida del santo loco también está representada en algunos frescos pintados en las paredes.




                 

Una vez dentro hay que guardar la cámara, pues como en todos los centros religiosos que hemos visitado no se pueden sacar fotos. Como es costumbre para acceder al templo nos descalzamos y una vez en el interior,  incienso y lámparas de manteca y ofrendas en todas sus formas. Chimi Lhakhang, además esconde un falo de madera, que Kunley trajo del Tibet. Éste, es utilizado para bendecir a la gente que visita el monasterio, con la intención de buscar ayuda para engendrar niños.

Uno de los aspectos más curiosos de la visita a Chimi Lhakhang es el ritual de bendición llevado a cabo por los lamas del monasterio. Tal y como hemos mencionado, el templo está dedicado tanto a la protección del hogar como de la fertilidad. Y son precisamente las parejas que no pueden tener hijos las que acuden al templo en busca de una bendición especial. Durante la ceremonia, el Lama presidente  toca la cabeza de la pareja con un un falo divino, uno de madera de 10 pulgadas (25 cm) de marfil, madera y hueso que está sujeto a un palo de plata  y se recitan diversas oraciones o mantras para concederles la bendición de la fertilidad. Se cree que este acto bendice a las parejas con la posibilidad de concebir y tener hijos sanos. Y, una vez que esto sucede, las parejas vuelven con sus retoños para buscar más bendiciones y darle un nombre. Se cuenta que los nombres de todos los niños están escritos en un pergamino de bambú que se sitúa en un altar.  En el centro del altar está ubicada la estatua del Drukpa Kunley. que viste una túnica de monje, está en una posición reclinada con una estatua de cerámica de su perro Sachi, que dicen representa al demonio que dominó y convirtió en deidad protectora. También en el monasterio está divinizado a las imágenes de Zhabdrung, el Buda Sakyamuni y Chenresig.

En la sala de oración dentro del monasterio, donde los monjes hacen sus ceremonias rituales con toda su parafernalia tántrica de thangkas, campanas, tambores, cuernos, dorjis y un kangd. 





Dejamos "el templo del pene" un lugar sacro y único donde se le tiene veneración. Un monasterio donde lo sagrado y la fertilidad se combinan a demanda de los devotos que le visitan para recibir los favores de Drukpa Kuenley. 

Regresamos a la aldea donde nos está esperando la furgoneta para llevarnos a comer. En los márgenes del camino: cultivos, árboles frutales y arbustos de rododendros con sus flores rojas.



En la aldea hay varias casuchas de souvenir y artesanías, donde por supuesto venden formas fálicas en todas sus expresiones, tamaños y colores. El único límite es la imaginación, porque aquí hay llaveros de pene, abridores de cerveza, imanes de nevera, topes y tiradores de puertas, pisapapeles, tazas, maceteros y aviones de juguete, todos representando al miembro viril.


Para los habitantes de esta zona, los símbolos fálicos que abundan en las fachadas de sus casas y venden como souvenirs, son simplemente otra forma de expresar la fe y defenderse a su manera del mal fario. Y tienen gran veneración al morador del templo cercano. Un filósofo budista tibetano que les abrió las mentes con sus acciones provocativas, además de proteger a la comunidad usando su «rayo llameante de sabiduría» – su pene – Kuenley atravesó Bután en el siglo XV, matando demonios con él y según cuenta la tradición, demostrando con más de 5000 mujeres, que el celibato no era necesario para alcanzar el nirvana.


Visito una de las tiendas donde tienen máscaras, quiero llevarme un Druk, el "dragón del trueno" de la mitología butanesa y un símbolo nacional de Bután. Al final la compré en Paro.


Comemos en un restaurante cercano para seguir con las visitas de la tarde. Un restaurante con unas bonitas vistas junto al rio Puna Tsang Chhu, también conocido como Sankosh y que en nuestra visita al Dongz  de Punakha, veremos su formación con la confluencia de los ríos Mo Chu (que significa madre) y Pho Chu (que significa padre).



Al margen de la pista de tierra por la que llegamos, numerosas banderas de oración en sus mástiles, 


Se dice que el origen de las banderas de plegaria está en las banderas que utilizaban los tibetanos que practicaban la religión Bon antes de que se introdujera el budismo. Los creyentes de esta religión chamánica colgaban banderas de cinco colores que representaban los elementos naturales con la intención de que estas les protegieran. Cuando llegó el budismo al área, las banderas fueron adoptadas incorporando a los colores las plegarias, mantras y símbolos. Los cinco colores están dispuestos de izquierda a derecha en un orden específico: azul, blanco, rojo, verde y amarillo. El azul simboliza el cielo y el espacio, el blanco simboliza el agua, el rojo simboliza el fuego, el verde simboliza el agua y el amarillo simboliza la tierra. Al colocar las banderas en el orden correcto, los elementos están en equilibrio. Según la tradición budista, las banderas de oración se cuelgan para que los mensajes impresos en ellas sean llevados por el viento a todas partes y a todos los seres sintientes.

Podemos encontrar dos tipos de banderas budistas de plegaria: las horizontales y las verticales. Las horizontales y las que más se ven, se llaman lung tha (caballo de viento), son cuadradas de cinco colores y están atadas a una cuerda. Las verticales se llaman Darchor, son rectangulares y se colocan en un mástil. «Dar» quiere decir «aumentar la vida, fortuna, salud y dinero» y «cho» significa «todos los seres sensibles».


Nuestro guía Norbu sobre las banderas blancas verticales nos comentó, que a los butaneses cuando nacen, los monjes astrólogos les hacen "una carta natal", carta astral en función del día y hora de nacimiento. Y entre otras cosas señalan las fechas auspiciosas y no auspiciosas del recién nacido, es decir los tres días malos del mes y los tres días buenos -el resto son normales-. Si uno fallece en esos días se ponen las 108 banderas blancas de plegaria en la dirección que diga el astrólogo.

Contamos con un músico que nos amenizó la comida tocando un instrumento parecido a un laúd. El Dranyen que es un instrumento de cuerda pulsada utilizado en Bután. 

El restaurante lo llevaban monjes y no podía faltar el amuleto fálico encima del mostrador honrando al Divino Loco.




Después de comer, nuestra siguiente visita será otro lhakhang, el cercano monasterio budista de Sangchhen Dorji Lhuendrup que se encuentra en la cima de otra colina, justo enfrente de Chimi Lhakhang. Un templo de monjas con vistas a los valles de Toebesa, Punakha y Wangduephodrang. Un centro permanente de aprendizaje y meditación de monjas donde, además de la formación religiosa, se proporciona preparación en habilidades tales como corte y confección, bordado y la famosa pintura thangka. Se considera la primera universidad que permite a las monjas realizar estudios budistas superiores hasta el nivel de maestría.

Monasterio  de Sangchhen Dorji Lhuendrup 

Se inició la construcción en la fecha astrológicamente significativa del 11 de septiembre de 2008. La construcción avanzó rápidamente y, en octubre de 2010, se completó el principal objeto de culto, una imagen de once caras de Avalokiteshvara.


Una prominente banda khemar roja rodea sus paredes encaladas con medallones de oro y cobre que representan el sol y la luna. Por encima de ellos, el techo de dos pisos está diseñado al estilo jabzhi de cuatro esquinas y varios niveles , rematado con un sertog dorado.

Como de costumbre hay que descalzarse para entrar en el templo.


El templo alberga una de las estatuas de bronce más grandes de Avalokiteshvara, un bodhisattva que encarna la infinita compasión, creada en su totalidad por artesanos butaneses locales. La estatua de 11 cabezas tiene 1000 manos con un ojo pintado entre cada palma. En el templo también se pueden encontrar estatuas de Guru Padmasambhava, el Señor Buda y el Hombre de la Barba y unificador de Butan, Ngawang Namgyel, El templo es extremadamente hermoso, con intrincadas tallas de madera y pinturas de vivos colores.

Avalokiteshvara es el bodhisattva que manifiesta la compasión de Buda. Con sus 11 cabezas y 1000 brazos, representa el intento por escuchar y ayudar a todos. Los bodhisattvas son seres que han llegado a la iluminación, pero posponen su entrada en el nirvana para ayudar a los demás en el camino.

Avalokiteshvara
Imágen de Avalokiteshvara o bodhisattva de compasión

Aunque el lhakhang fue consagrado en el 2010 por Su Santidad Je Khenpo y al evento asistieron Su Majestad el Rey, el Cuarto Druk Gyalpo, miembros de la familia real junto con cientos de personas de Punakha, el sitio tiene una historia larga y legendaria. Esta zona, llamada Omalatsekha, fue visitada por varios maestros budistas a lo largo de los siglos.

Los edificios centrales del complejo comprenden un lhakhang rectangular de dos pisos al noroeste, flanqueado por un choten o estupa encalada al sureste, que sigue el modelo de la estupa Bodnath en Katmandú y un complejo de conventos para las aproximadamente 170 monjas residentes.



Como la estupa Bodnath de Katmandhu, los cuatro lados de la harmika están pintados con pares de ojos estilizados. En su descripción de los Bodnath, Michael Hutt sugiere que estos pueden representar a los Lokapalas (los Guardianes de las Cuatro Direcciones); Por lo general, se cree que simbolizan al Buda que todo lo ve. Sin embargo, a diferencia del Bodnath, la base de la estupa está rodeada por una serie de nichos con fachada de vidrio. Según Kuensel Online, estos "representan a los 84 mahasiddhis, 16 arhats y los grandes lamas del linaje Drukpa Kagyu".



Esculturas protectoras en la fachada del monasterio. Si bien algunas de estas deidades tienen una apariencia espantosa y feroz, no son personificaciones del mal o de las fuerzas demoníacas. La feroz apariencia de estas deidades se usa para infundir miedo en los espíritus malignos que amenazan el Dharma.


Me ha llamado la atención que siendo un monasterio de monjas, dentro del templo había bastantes monjes budistas y su líder o jefe monástico sentado en el altar en una especie de ceremonia.


Finalizada nuestra visita regresamos a la furgoneta para visitar la fortaleza de Punakha Dzong, la más impresionante del país y la segunda más antigua. 

¡Y con la realeza topamos! De regreso al vehiculo, nos espera una sorpresa que explica la parafernalia de tanto monje en el templo. Nos adelanta Norbu, que en el parque donde hemos dejado el vehículo, se encuentra una de las cuatro reinas madres y esposa del padre del rey actual y que sube al monasterio a celebrar un ritual. El cuarto Rey Dragón, en el año 1979 se casó con cuatro mujeres, todas hermanas: Ashi Dorji Wangmo, Ashi Tshering Pem, Ashi Tshering Yangdon y Ashi Sangay Choden, que le han dado diez hijos, cinco hombres y cinco mujeres. Son hijas de Yab Ugyen Dorji, un descendiente del que se considera fundador y unificador del territorio del actual Bután, Zhabdrung Ngawang Namgyal.

La esposa Tshering Yangdon es la madre del actual rey de Bután Jigme Khesar Namgyal.

Las cuatro reinas madres: Ashi Dorji Wangmo, Ashi Tshering Yangdon, Ashi Tshering Pem y Ashi Shangay Choden durante la boda del actual rey Jigme Khesar Wangchuk y Jetsun Pema, el 13 de octubre de 2011. 

Así que el árbol genealógico de la actual familia real se las trae. El padre del actual rey y antecesor suyo en el trono se casó con cuatro hermanas, había una quinta, la mayor, que no entró en el lote. O sea, que el rey actual es hijo de una de esas cuatro hermanas, Ashi Tshering Yangdonel y aparte de tener una hermana y un hermano que lo son tanto por parte de padre como por parte de madre, tiene siete medio hermanos y medio hermanas en total, los cuales además de medio hermanos por compartir padre, son primos hermanos por tratarse de hijos de hermanas de su madre. Una locura de familia.

Obviamente, el actual Rey lo es, porque fue el primer varón en nacer entre todos sus hermanos, medio hermanos y primos.

Ashi Dorji Wangmo
Nosotros con la que nos encontramos, no era la madre del rey, y por las descripciones de las fotos que he visto y la imágen que me quedé, creo que era Ashi Dorji Wangmo, la mayor de las cuatro hermanas y nacida el 10 de junio de 1955. Se paró cuando nos cruzamos, acompañada de un pequeño séquito de varias personas y del brazo de dos de ellos y nos preguntó con cara risueña si habíamos comido, en la traducción simultánea que nos hizo nuestro guía Narbu, que nos comentó que la madre reina tenía una casa cerca del monasterio.

En la información que he podido recabar sobre ella: Dorji Wangmo, de 68 años, siempre ha luchado por mejorar la calidad de vida de la población de Bután y para ello creó la Fundación Tarayana, que trabaja en las aldeas y poblados más remotos de Bután, y cuyo principal objetivo es proporcionar ayudas a aquellos que más lo necesitan en becas, vivienda, apoyo financiero...

Dorji Wangmo no sólo defiende cuestiones relacionadas con la reducción de la pobreza, la preservación del medio ambiente o la transformación social de las mujeres, sino que también es una defensora a ultranza de la conservación de la literatura nacional. Ha escrito y publicado varios libros como 'Rainbows and Clouds', en la que habla de su padre, Yab Ugen Dorji, y ha promovido la celebración de varios concursos de poesía y novela.

Después de la anécdota, cada uno a lo suyo. La reina madre al monasterio y nosotros a visitar la cercana fortaleza de Punakha Dzong. No obstante, parece que hemos tenido uno de esos días auspiciosos para toparnos con esta  simpática y agradable señora. Que de no ser por la información que nos adelantó Norbu, hubiese pasado en nuestro camino, como una simple devota, con su familia de visita al monasterio. 

Dzong de Punakha

Descendemos de la colina y por la carretera nos cruzamos con varios coches oficiales que se dirigían al monasterio. Norbu nos comenta que se conocen por tener el fondo rojo y las letras BG (Bután Government) amarillas y nos explica como entender el entramado de las matrículas de Bután. Además de las de los coches oficiales que nos ha comentado. Los coches privados tienen las letras BP (Bután Private) siendo de fondo rojo con letras negras o blancas. Y los taxis llevan BT (Bután Taxi) letras negras sobre fondo amarillo. La familia real tienen una matrícula distinta.

El Dzong representa una demarcación territorial en cada región de Bután y son el centro administrativo y religioso de cada una de ellas. Bután cuenta con 20 provincias y cada una de ellas dispone de una importante fortaleza o dongz desde la que se gobierna. Las fortalezas están divididas en dos partes: la de la administración pública y la de la religión que sirve como templo y donde viven monjes budistas.


Nos dirigimos hacia Punakha que durante siglos fue la capital política y religiosa de Bután. La fortaleza o Dzong está ubicado en la confluencia de los ríos Mo Chu (que significa madre) y Pho Chu (que significa padre). Los ríos Pho y Mo marcan la ubicación estratégica de la construcción en el valle de Punakha. La fuente del Mo se encuentra en las colinas del norte de Lighsi y Laya, en Bután y en el Tíbet. Los glaciares en la región de Lunana, por otra parte, alimentan el cauce del Pho. Después de la confluencia de estas dos corrientes, el flujo principal se conoce como Puna Tsang Chhu (también llamado Sankosh) y fluye montaña abajo a través de Wangdue Phodrang, cruza la frontera entre Bután e India en Kalikhola y finalmente se encuentra con el río Brahmaputra, uno de los ríos mas largos de Asia y cuyo nombre significa "el hijo de Brahmā", que en el hinduismo es la Deidad creadora que dio origen al universo.


Seguimos el curso del río Puna Tsang Chhu hasta donde se unen los ríos Mo Chu y Pho Chhu y desde la carretera observamos el imponente dzong, que parece un barco anclado a la orilla del rio Mo. Una imponente ciudadela de piedras encaladas en el punto de confluencia de los dos ríos

Bután es un país rodeado de leyendas y según la mitología local, la elección de la ubicación del Dzong de Punakha no se hizo al azar. Se eligió por el fundador del reino de Bután, Shabdrung Ngawang Namgyal, basándose en una profecía que hizo el que introdujo el budismo en Bután, el Gurú  Rimpoché Padmasambhava, muchos años antes.

El Gurú Rinpoche Padmasambhava profetizó en el siglo VII, que una persona llamada Namgyal, llegaría a una montaña que parecía un elefante dormido y construiría un dzong en el lugar donde descansa la trompa del elefante. Si uno ve claramente, la montaña detrás del dzong y con un poco de imaginación, realmente parece un elefante dormido cuya trompa forma una tierra donde se encuentra el dzong. Así que, para hacer realidad el presagio, Namgyel encontró el pico de la colina mencionada y ordenaría su construcción en ese lugar, entre los años 1637 y 1638.


Regios e imponentes, los Dzongs son algunos de los primeros lugares que llaman la atención de cualquier visitante de Bután. Estas estructuras parecidas a castillos se erguían como fortalezas defensivas y símbolos de unidad contra la invasión externa y la discordia interna.

El impresionante Dzong de Punakha se edificó en tiempo récord. Tan solo fue necesario un año para finalizarlo y lo curioso es que no se empleó ni un solo clavo en su construcción. También llamado Pungthang Dewa chhenbi Phodrang, que significa «el palacio de la gran felicidad o bienaventuranza».

Como el dzong es una estructura defensiva, su diseño se hizo con miras a evitar cualquier intento de invasión y como fortaleza que es, solo se puede acceder a la misma atravesando un puente cubierto de madera llamado Bazam.

Una riada en 1958 se llevó el puente que había sido construido a la vez que el dzong en el siglo XVII, el puente quedó totalmente destruido y hubo que rehacerlo por completo gracias a la cooperación internacional de Suiza, un país que está hermanado con Bhután por su orografía y superficie aproximada.


En 2006 se emprendió la reconstrucción del puente, que pasó de tener 35 metros a 55 de longitud por culpa de la riada, pero conserva el mismo aspecto que el antiguo, un puente peatonal y para el ganado de tipo voladizo, que hoy oculta bajo su construcción de madera fuertes cables de acero.

El puente nuevo fue inaugurado en mayo de 2008, unos meses antes de la coronación del Quinto Druk Gyalpo en el propio dzong de Punakha.


Bajo el gobierno de Zhabdrung Ngawang Namgyal, el unificador de Bután, se construyó en 1637 el majestuoso dzong de Punakha, probablemente el más hermoso de cuantos se pueden visitar en Bután. Situado a orillas de la confluencia de los dos ríos. El dzong es sumamente significativo desde el punto de vista histórico, ya que sirvió de escenario de numerosas e importantes acontecimientos butaneses, como la toma de posesión del primer rey y la boda real del quinto y actual rey. Este dzong fue el centro administrativo y la sede del Gobierno nacional hasta 1955, cuando la capital se trasladó a Thimphu.

Comenzamos nuestra visita y para ello entramos a la fortaleza atravesando el puente de madera llamado Bazam que cuelga sobre el río Mo Chhu, entre dos torres que protegen el recinto. 




Bajo el puente y en las aguas del río, gran cantidad de peces "protegidos intocables" nadan tranquilos formando una gran masa que ennegrece las cristalinas aguas del Mo Chhu.



Estamos en el mes de mayo y el monasterio está poblado de rododendros y jacarandas florecientes, con las flores moradas de estos últimos que dan un bello color al entorno, compitiendo con las blancas paredes encaladas del edificio. Es curioso que la jacaranda es originaria de regiones más tropicales como América del Sur y Central y ha aparecido por estos confines de Asia.


Construido como una «encarnación de los valores budistas», el monasterio fue uno de los dieciséis erigidos por el Shabdrung durante su gobierno entre 1594 y 1651. La edificación, de 180 metros de largo y 72 de ancho, presenta muros que se estrechan en los extremos, el edificio consiste en una estructura de seis pisos con tres patios interiores. o docheys. Los elementos defensivos construidos con la finalidad de proteger la fortaleza de los ataques enemigos consisten en una empinada escalera de madera que se ve en la entrada, a continuación de la escalinata de piedra.y una única puerta de acceso pesada de este material que se cierra por la noche. Fue construido con tierra compactada, piedras y madera en puertas y ventanas.

Las galerías de madera ricamente ornamentadas son un anticipo de lo que veremos en el interior.


Al salir del puente, de frente la entrada donde el único camino hacia arriba es una primera escalinata de piedra y una empinada escalera de madera, que esta dividida en tres zonas. Los exteriores eran para simples mortales como nosotros, mientras que la escalera central es solo para el Rey y Je Khenpo (el jefe del cuerpo monástico central de Bután). Esta escalera se puede levantar y cerrar la puerta principal también de madera, con lo que queda el edificio sellado.


Una vez que se ascienden las escaleras nos encontramos con dos grandes ruedas de oración a ambos lados y unas vistosas pinturas tántricas.





Una vez en el interior y antes del primer patio vemos unas bonitas pinturas sobre la vida de Buda, mandalas sobre las que nos da explicaciones nuestro guía Narbu y tampoco falta la pintura de la fábula de los cuatro amigos. Una representación habitual en casi todos los dzong y monasterios.

Como cuando hemos entrado en todos los sitios sagrados, Norbu se cubre con un gran pañuelo blanco.  Es señal de respeto, nos comenta. Los otros butaneses que entran en el dzong hacen lo mismo, mientras que ellas se cubren con una bufanda de color rojo.





Pasamos al primer patio. El Punakha Dzong es inusual, ya que tiene tres Docheys o patios en lugar de los dos que son normales en los otros Dzongs alrededor de Bután.

El primer patio (norte) es para funciones gubernamentales y administrativas y alberga una gran estupa blanca y un árbol Bodhi o higuera sagrada. 



Se observan las galerías de madera ricamente ornamentadas, En el interior del dzong, hay una inmensa torre central que se llama utse y que tiene nada menos que seis pisos y que hace de muro de separación con el segundo patio. Con sus techos dorados con dragones en sus cuatro esquinas.




El gran Utse que separa los dos patios.

Este primer patio es también la sede del festival anual de Punakha, que tiene lugar en marzo de cada año. En Bután durante estas celebraciones conocidas como tsechu, las deidades del budismo tibetano parecen tomar cuerpo a través de la danza y las máscaras de feroces deidades. Estas fiestas se desarrollan en los monasterios con fechas distintas según el calendario lunar y el distrito del país. Cada distrito tiene su dzong y su festival. Algunos en otoño pero, los más importantes en marzo.

El tsechu de Punakha evoca la llegada en el siglo VIII de Padmasambhava (Gurú Rimpoche), introductor del budismo tibetano en Bután. Cinco días dura el festival y la ciudad se engalana para recibir a multitud de butaneses y visitantes que acuden para ver los rituales que tienen lugar en el patio norte del recinto. 

El Utse del Dzong guarda un thangka, el Rangjung Kharsapani, un tapiz de seda pintada con la imagen del Gurú Rimpoche, y la reliquia más sagrada de Bután. Es una pintura que solo se despliega,  una vez al año, en este festival de Punakha desde lo alto del Utse.

Se guarda en el interior del utse y sólo se saca a la vista una vez al año durante el festival

El festival congrega gran cantidad de personas de todas las aldeas y lugares lejanos del distrito. Una gran oportunidad para el intercambio comercial en los mercados de alimentos, animales y artesanía.

Esta celebración también recrea la invasión tibetana de 1639, conflicto en el cual los butaneses resultaron victoriosos. En esta representación teatral concebida por los Shabdrung -título que se usaba para referirse o dirigirse a los grandes lamas en el Tíbet- se dramatiza un simulacro donde se arroja una reliquia al río Mo ante la amenaza del ataque enemigo.


El festival Punakha tshechu en Bután se lleva a cabo durante cinco días en el patio del majestuoso Punakha dzong . Este es uno de los tres festivales más importantes que se celebran en el oeste de Bután. Los otros dos son los festivales de Paro y Thimphu.

La palabra Tsechu significa "décimo" y este festival también se celebra el décimo día del calendario de Bután. Esta fecha también está asociada con un evento religioso importante, el aniversario del nacimiento de Guru Rinpoche. También conocido como Padmasambhava


El festival Punakha Tsechu, celebrado en el Dzong de Punakha durante las celebraciones de Losar, el Año Nuevo tibetano.






En el extremo izquierdo hay una colección de piedras y un santuario dedicado a Nag Devi (Diosa Serpiente) son piedras del río. Cuenta la leyenda que cuando Zhabdrung Namgyal comenzó la construcción del Punakha Dzong, la Diosa serpiente lo ayudó pasando piedras de río para la construcción. Ella lo ayudó de tal manera que la construcción completa de 180 m X 70 m Punakha Dzong se completó en un año.


Dejamos el primer patio y por un estrecho pasaje pasamos al segundo. El segundo Dorchey alberga las dependencias monásticas y es donde residen los monjes. En vista del buen clima de la región, Punakha es la capital invernal de Bután. En este dzong pasa el invierno la máxima autoridad del clero de Bután, el Je Khenpo, con su séquito de monjes. Esta es su residencia durante los meses más fríos del año y, cuando llega el verano, todo el cuerpo monástico junto a la máxima autoridad religiosa, se traslada del Tashichho dzong de Thimphu.



Otra escalera alta y empinada te lleva al templo que está flanqueado por puertas ornamentadas. Todo el contraste de marrón y oro contra el blanco crea una vista impresionante, no solo desde el frente, sino también a través de las puertas talladas de sus pasillos laterales.


Si desde el primero el Utse parecía una pared lisa con ventanas y miradores decorativos. En este lado la torre se ve más ornamentada, En su interior se encuentran los templos a los que solo los lugareños pueden ir y durante el festival.

Visitamos el último patio del Dzong y aparece ante tí una vista asombrosa. Todo el patio está flanqueado por impresionantes templos en ricos colores marrones, dorados, rojos e incluso azules.

El tercer patio, en el sur del complejo, es el más importante de todos, ya que en él, se guardan los tesoros del dzong de Punakha y los restos sagrados del santo butanés Pema Lingpa y de Ngawang Namgyal, el unificador del país.




El edificio del frente está abierto al público, pero el otro edificio que tenemos a la derecha, conocido como el Lhakhang Machey, es el más sagrado del monasterio, aquí es donde se guardan los restos del fundador de Punakha Dzong - Zhabdrung  Ngawang Namgyal- que murió en el dzong y su cuerpo embalsamado está consagrado en su templo más sagrado. El ataúd está sellado y no puede abrirse. Aparte de dos lamas guardianes, solo el rey y Je Khenpo pueden entrar en esta sala. Ambos vienen a recibir bendiciones antes de asumir sus cargos. Esto es curioso, ya que parece ser que al igual que hicieron los egipcios, en Bután también se realizaron prácticas de momificación y a las pruebas me remito, los restos del fundador de Bután, se encuentran aquí en el dzong de Punakha en estado momificado, al igual que las momias egipcias.

Una vez cada tres años, las puertas se abren para que los ciudadanos de Bután presenten sus respetos.


No te cansas de vagar por este monasterio laberíntico, lleno de sorpresas y de rincones con encanto. En el interior del dzong se puede ver que toda la decoración se ha realizado sobre madera tallada, adornada con pinturas tántricas en vivos colores dedicados a Nag Devi, la reina de las serpientes.




La decoración y pintura de las ventanas y balconadas es impresionante.





Uno de los lugares que si se pueden visitar, es el salón de actos. Lo destacable de esta zona del dzong es su techo que está sujetado por 54 impresionantes pilares de madera. En su interior se pueden contemplar bonitos frescos que relatan la vida de Buda. En el local hay una gran estatua de Buda y a su lado, otra de Zhabdrung Ngawang Namgye.


Después de disfrutar de este magnífico entorno y sacar un montón de fotos, regresamos sobre nuestros pasos para salir del monasterio. Si bien es verdad, que la vuelta es larga, porque te sigues parando a cada rincón para dejar bien marco en la retina esta visita.

Llegamos al primer patio donde nos vuelven a recibir el árbol sagrado de buda y el encalado chorten y nos acercamos a la salida del monasterio.


Para salir hay que bajar la empinada escalera de madera en una prueba de desescalada, donde cada uno baja como puede, manos a la barandilla o a lo que tenga mas a mano.


Según bajamos nos dirigimos a visitar, a nuestra derecha, un pequeño templo fuera del monasterio, que fue construido en 1328, antes que existiera el Dzong Phunaka. Pero dice la tradición, que sus constructores, eran sabedores de la profecía que auguraba la construcción de la gran fortaleza siglos después. El templo todavía se puede ver hoy en el lado opuesto del Punakha Dzong y se llama Dzong chung o Pequeño Dzong.



En su interior se colocó una impresionante estatua de Buda Shakyamuni que permanece tranquila y aparentemente indestructible, dado que ha superado todas las catástrofes e inundaciones que ha sufrido la zona.



Realizada la visita a este magnífico complejo, testigo de la historia de Bután. Tomamos dirección al Bazam o puente  de madera sobre el río Mo Chhu, para salir al exterior por la torre.





Llevamos casi doce horas desde que salimos de Thimphu. Pero todavía nos queda hacer la última visita del día. Norbu nos sorprende con la noticia, de que tenemos tiempo para acercarnos a ver al Puente de hierro en suspensión que se encuentra cerca de donde nos encontramos, y que esta considerado el más largo de su tipo en Bhután, con sus 180 m y conecta los dos orillas del río Pho Chhu. 


Un corto paseo y pasamos por los terrenos anexos al monasterio, hay modernos edificios monásticos y un campo de arena donde los jóvenes monjes practican fútbol. Se encuentran detrás del Dzong Phunaka.


Cerca están las instalaciones de los hornos con los que cuenta el monasterio para llevar a cabo las incineraciones, y dejamos al lado, la loma con forma de elefante  adornada con banderas blancas de oración izadas en postes. Un monje sale de la zona con su coche y Norbu nos comenta que hay que tener mucho cuidado con ellos. Señala que obtienen el carnet de conducir sin examinarse y sin necesidad de prácticas, por la gracia de Buda y su condición de monje. Por lo que no tienen muy buena fama en el país como conductores. Así que, cuidadín cuando te topes con un conductor de túnica púrpura.

Un corto paseo y de frente, el imponente puente colgante que está cargado con coloridas banderas de oración budistas a ambos lados que ondean continuamente con el fuerte viento.


Cuando llegamos el puente estaba muy concurrido de familias completas de turistas indios, hacía viento y se balanceaba. Pero nos animamos tod@s a vivir la experiencia de estar colgados en el aire a una considerable altura y quemar adrenalina.



        






En el otro extremo del puente, un restaurante y una tienda de artesanía multiservicio, vendía helados y refrescos..







¡Objetivo cumplido! A la vuelta, tenemos el puente completamente despejado. Hay que desandar el recorrido por el que vinimos y acercarnos hasta nuestro vehículo para desplazarnos a nuestro hotel cerca de Punakha, donde pasaremos la noche.


Dos niños al borde del camino. Una manera de entretenerse viendo pasar turistas.


Media hora larga en vehículo hasta nuestro hotel Himalayan Dragon's Nest Hotel, que se encuentra a unos 18 km de Punakha, en el distrito de Wangdiphodrang.

Al bode de la carretera nos encontramos a los colegiales con sus vistosos uniformes que volvían de su jornada escolar.


Seguimos el curso del rio Puna Tsang Chhu o Sankosh  que hemos visto nacer en el Dongz de Punakha. Pasamos por fértiles tierras de cultivo en terrazas y unos 18 km antes de llegar a Punakha, tomamos una desviación que en unos minutos nos lleva al hotel.



Himalayan Dragon's Nest Hotel, es un pequeño hotel de 18 habitaciones, situado a orillas del río Puna Tsang Chu, en el distrito de Wangdiphodrang  y frente a la ciudad del mismo nombre, que tan solo está a 3km. y que cuenta con menos de 8000 habitantes. 


Un sitio muy tranquilo, si bien el hotel no es de la calidad, ni en servicios ni en habitaciones, del hotel que hemos estado alojados en Thimphu.

No nos movemos de hotel, y poco hay para hacer, salvo dar un paseo disfrutando de la bonita panorámica. Así que se hace  tiempo hasta la cena y seguido a descansar a la habitación. Hoy el día ha estado muy ajetreado, pero ha merecido la pena. Hemos disfrutado de unas estupendas visitas. 

Norbu nos ha adelantado que mañana saldremos pronto. Se muda todo el cuerpo monástico del Monasterio de Dongz Punakha con el Je Khempo al frente. Se trasladan al monasterio de Thimphu, donde pasarán todo el verano.  Los vehículos del séquito circularán muy lentos, parándose para saludar a las gentes de las aldeas por la que pasan, que nos dice,  hacen colas en las orillas de la carretera. Coincidirán con nuestro itinerario de regreso a Paro y si nos pilla la caravana, el regreso se haría eterno. Además ya estamos informados de la fama como conductores de los monjes púrpuras, que mañana, en una procesión de vehículos coparán la carretera. Por lo que seremos precavidos y nos adelantaremos a la caravana monástica para evitar contratiempos.Como dice el proverbio ¡ Más vale prevenir que curar!






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