SOL Y PLAYA
Vuelvo a sentarme para escanear diapositivas y acuciar mi inspiración y recuerdos en esta nueva entrada de nuestro viaje a Cuba.
Saltamos a la provincia de Matanzas. Sol y playa en Varadero, donde "varan" todos los turistas que van a Cuba para disfrutar del sol y las aguas cristalinas del Caribe. Nosotros no íbamos a ser menos. Tirarnos a la bartola con un mojito en la mano y no hacer otra cosa que torrarse al sol.
Varadero, la playa por excelencia de la isla, constituye el principal destino de sol y playa de Cuba. Sus arenas finas y aguas transparentes acogen anualmente a millones de visitantes que disfrutan de sus 21 km de playa azul. El segundo destino turístico más importante en la isla después de La Habana. Nos encontrábamos en el punto más cercano a la costa estadounidense y a unos 130 kilómetros al este de La Habana.
En el año 1987 cuando nosotros estuvimos todavía quedaban cuatro años para la disolución de la Unión Soviética o la desaparición de la URSS. Y desde la Revolución Cubana en 1959, Varadero se había convertido en un destino turístico popular para visitantes de países socialistas, que se mezclaban en sus playas con los turistas occidentales.
Varadero se compone de playas sucesivas que siguen la península de Hicaos, en la costa norte de Cuba. Se encuentra en el municipio Cárdenas y pertenece a la provincia de Matanzas. De hecho, está a tan solo media hora de la ciudad de Matanzas. Esta península, con una extensión de 30 km, cuenta con 22 km de hermosas playas de arena. Antes de llegar a la zona de resorts y hoteles de lujo, se encuentra el pueblo de Varadero en sí, que nosotros visitamos. Una particularidad interesante es que en el pueblo de Varadero, las calles están numeradas, siguiendo un patrón similar al de las calles de Nueva York.
Así que Varadero contaba con dos zonas diferenciadas, una de ‘pueblo’ y otra de resorts.
Nosotros estuvimos alojados en el Hotel Internacional. El Hotel “Varadero Internacional”. El más emblemático de los hoteles en Varadero abrió al público, por primera vez, en diciembre de 1950. Su dueño y presidente fue el norteamericano, de origen judío, William Liebow. Desde ese momento fue el hotel más lujoso de Varadero y situado en la playa del mismo nombre.
El hotel se había renovado en 1983 y por lo que he leído, este viejo hotel ya es historia, pues fue derruido, aunque con polémica en 2015, para hacer otro complejo hotelero acorde a las demandas turísticas de los tiempos que corrían, de la mano de la poderosa cadena Meliá, y con más de 900 habitaciones.
Así que nuestra principal actividad fue la playa de Varadero, el mar y las instalaciones del hotel.
Uno de los días alquilamos un para de motocicletas para recorrer los alrededores.
Las tiendas INTUR eran solo para los turistas y los cubanos no podían acceder a ellas.
Si para muchos hablar de Cuba en términos gourmet alude indiscutiblemente a sus portentosos habanos y su cotizado ron de caña, para los que realmente saben de las bondades de estos dominios, la verdadera conjunción de maravillas no es auténtica sin la Reina del Caribe, como ciertamente se le conoce a la Langosta de Cuba. Esta exquisitez se ha convertido en un ingrediente emblemático de la gastronomía cubana, y su inclusión en los platos locales es una tradición que se ha transmitido de generación en generación. Te la preparan a la plancha, con patatas y solo la cola, la cabeza se la cortan cuando la capturan y la tiran al mar.
El recuerdo que tengo, es que no resultaba cara. Por lo que repetí el menú en varias ocasiones.
LA MANSIÓN DU PONT
Además de nuestras comidas en el hotel, nos acercamos a comer al restaurante de la Casa de Las Américas, en la mansión residencia en sus tiempos, del millonario franco-estadounidense. Irénée du Pont y conocida como la Mansión Xanadú. La antigua Mansión Xanadú data de 1928, cuando este magnate de la industria química decidió establecer su residencia temporal en una zona de playa en Varadero. Rebautizada como el Restaurante Las Américas después de la llegada de la Revolución Castrista y que fue inaugurado en el año 1963 en el primer piso del impresionante edificio construido en la playa sobre un peñasco conocido como la Peña de San Bernardino, junto al mar en la Playa de las Américas y en el punto mas alto de toda la península de Hicacos. El edificio surgió de la combinación de maderas preciosas y mármol florentino.
VISITA AL PUEBLO DE VARADERO
Al pagar no tenía pesos y le ofrecí dólares. El conductor rehusó y no nos cobró el viaje.
No me queda mucho en la memoria de esta visita. Estuvimos en un edificio de principios del siglo XX, que creo era el Museo Municipal de Varadero, aunque estaba cerrado Está ubicado en una mansión tipo bungalow, en la Avenida Playa, entre calle 57 y 58, en la que fuera casa de veraneo del ingeniero Leopoldo Abreu. Fue construida en el año de 1919, siguiendo el trazado de las casas grandes de las antiguas plantaciones coloniales de Cuba.
Dimos un paseo por el pueblo y tuve un problema con la cámara fotográfica, que me lo resolvió un atento paisano en una tienda que también hacía las veces de estudio fotográfico y sin cobrarme un peso.
Y no podían faltar los añejos carteles propagandísticos de la Revolución Cubana, evocando la figura de Fidel
En nuestra estancia en Varadero también hicimos algunas excursiones. Una a la península de Zapata para visitar el Parque Nacional de Ciénaga de Zapata, un ecosistema pantanoso, el mayor humedal del Caribe insular. Pero eso lo contaré en otra entrada.
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