31 de Julio - 1 y 2 de Agosto
"NUESTRO PASO POR ALEJANDRÍA"
Lo que más amo de los sueños es que hay los suficientes como para que todos tengamos uno.
Al grano y a relatar el viaje.
Los antiguos griegos dieron a la tierra de Kem el nombre de Egipto, que significa "misterio, misterio", y Egipto justifica plenamente este nombre. Y los mismos antiguos habitantes del Valle del Nilo llamaron a su país Ta-Meri, la Tierra del Amado.
En el Antiguo Egipto, el nombre de esta bella y fascinante tierra era “Kemet”. Esta palabra hace referencia a las negras y fértiles tierras a ambos lados del rio Nilo. Por contraste, se referían al desierto que se extendía más allá de “kemet” con la palabra “deshret”, que se traduciría como “la tierra roja”.
Asi qué, de vuelta a la "Tierra de los Faraones" que ya visitamos en el 2.010. Porque este viaje le vuelvo a hacer con mi musa viajera y preciosa hija <<Garazi>>.
Queríamos romper el mito de que: "segundas partes nunca fueron buenas". Y en nuestro caso, las expectativas se han visto superadas, disfrutando y compartiendo un espléndido viaje de vacaciones.
La historia de Egipto es tan rica como su tierra, tan variada como su paisaje y tan larga como el Nilo; una de las más largas del mundo.
Salida de Bilbao con destino a Alejandría, haciendo escalas en Madrid y El Cairo.
Las pirámides de Giza y Sakkara, la Gran Esfinge, Menfis, los templos de Karnak y Luxor, los de Abu Simbel, Asuán, Fila, Kom Ombo, Edfu, la ciudadela de El Cairo, el Museo Egipcio, las tumbas del Valle de los Reyes… Podríamos estar así hasta mañana. El patrimonio arqueológico de Egípto es tan inmenso que el visitante se ve obligado a seleccionar con la esperanza de poder regresar más veces.
Y es lo que hemos hecho nosotros. Regresar a Egipto y realizar un completo y precioso tour por los lugares más emblemáticos que ya visitamos hace doce años. Conocer tambien Alejandría y descansar en Hurgada, una perla en el Mar Rojo.
En nuestro circuito muy completo recorreremos los lugares imprescindibles de Egipto en dos semanas. ¡La mejor forma de redescubrir el país de los faraones!, en este segundo viaje.
El antiguo Egipto existió solo por el Nilo, que se extendía por seis mil kilómetros a lo largo del noreste de África. Todas las ciudades del antiguo Egipto se construyeron en el valle de este río. En el estuario se construyó una nueva capital, Alejandría, que se convirtió en uno de los centros de difusión de la cultura, la ciencia y el arte griegos.
PRIMER DÍA EN ALEJANDRÍA
Alejandría es el punto de encuentro de tres continentes, que fue griega, después romana, más tarde cristiana y que hasta la actualidad se conserva musulmana. Una de las ciudades que en la gran mayoría de las ocasiones suele quedar fuera de los circuitos turísticos en Egipto. La gran ciudad cien por cien egipcia, que nació griega.
Fue metrópoli intelectual del mundo. Ciudad sobre la que Alejandro Magno pondría el lema de broche de oro entre Oriente y Occidente.
No obstante, si se tiene tiempo, su visita estará más que justificada. Está considerada como la segunda ciudad más importante y el principal puerto de Egipto, y maneja más de tres cuartas partes del comercio exterior del país.
Es casi nula la presencia de turistas que deciden, como nosotros, hacer estancia en esta ciudad.
Su principal atractivo también radica en esa decadencia que se produjo, cuando estando habitada por muchos extranjeros, éstos tuvieron que abandonar la ciudad cuando el Presidente Nasser, en 1956, decidió nacionalizar el Canal de Suez para obtener financiación para su gran proyecto, la Presa de Asuán. Tras la nacionalización del canal de Suez, y conflictos con Francia e Inglaterra, el gobierno embargó las propiedades de los extranjeros, que tuvieron que emigrar. Ante tanta hostilidad, la ciudad quedó prácticamente vacía de extranjeros, que aportaban una gran cantidad de dinero vía empresas, quedando la ciudad prácticamente estancada en el tiempo, pero con el lema de: << Egipto para los egipcios>>.
Llegada a Alejandría después de la media noche y estancia en el Hotel Cherry Maryski, un cuatro estrellas con carencias, pero muy cerquita del Paseo Marítimo conocido como La Corniche (la cornisa), la costanera sobre la bahía de Alejandría que recorre la avenida 26 de Julio y lugar de reunión de la ciudad. Se extiende a lo largo de 25 kilómetros desde el Fuerte de Quaitbay, y limita la playa con la zona urbana de Alejandría.
UN POCO DE HISTORIA
En el año 332 a. C. Egipto estaba bajo el dominio persa. Ese mismo año, el macedonio Alejandro Magno, entró triunfante en Egipto como vencedor del rey persa Darío III y los egipcios, lo aceptaron y lo aclamaron como a un libertador.
La ciudad de Alejandría fue fundada un año después por Alejandro Magno (en el año 331 a.C.), en un lugar del delta del Nilo, sobre un poblado llamado Rakotis, habitado por un puñado de pescadores. La elección del emplazamiento fue muy afortunada, pues estaba al abrigo de las variaciones que pudiera tener el río Nilo, y por otro lado, lo suficientemente cerca de su curso como para que pudiesen llegar a través de sus aguas, las mercancías destinadas al puerto -A través de un canal que unía el río con el
lago Mareotis-. El puerto, llegó a ser el enlace entre Grecia y el Valle del Nilo.
El historiador griego Heródoto dijo que Egipto era “un regalo del Nilo”, y aunque hoy esto parezca un tópico, es la pura verdad. Los antiguos egipcios lo llamaban simplemente iteru, “el río”. Sin el Nilo, el Egipto que hoy conocemos nunca habría existido.
Busca, hijo mío, un reino igual a ti, porque en Macedonia no cabes". Con estas palabras se dirigió el rey Filipo II de Macedonia a su hijo Alejandro cuando éste apenas tenía 17 años.
Un reguero de ciudades con ese nombre señala la ruta de Alejandro desde Turquía hasta el río Indo. Pero ninguna como Alejandría la Grande que nosotros visitamos. La llamada “Perla del Mediterráneo” fue la urbe griega más importante de Egipto y una de las más fascinantes de la Antigüedad. Con mucho la más famosa de todas las Alejandrías fundadas por el conquistador macedonio. Llegando a ser la capital egipcia que tomó el testigo de Atenas y se convirtió en la gran metrópolis de Occidente hasta que Roma le arrebató el puesto.
Administrativamente la ciudad se dividió en cinco distritos o barrios, cada uno de los cuales llevó como primer apelativo una de las cinco primeras letras del alfabeto griego.
Alejandro construye lo que se llamó Neápolis para sustituir a Naukratis como centro de la nueva cultura griega en Egipto y como base naval al otro lado del Mediterráneo. En 331 a.C. abandonó Egipto dejando a Cleomenes como virrey para consolidar su obra. Alejandro no regresó nunca más.
En el verano del año 321 a.C. falleció en la milenaria Babilonia, el mayor conquistador de la historia. En algún momento entre el 10 y el 11 de junio de ese año, a un mes de cumplir los 33 años, el conquistado macedonio murió.
En el Museo Británico de Londres se conserva una Tablilla de los Diarios astronómicos de Babilonia, textos cuneiformes babilónicos que contienen registros de predicciones astronómicas y eventos políticos, predicciones y otros datos. En esta tablilla se menciona la muerte de Alejandro Magno el día 29 del mes de Aiaru, día que iba de la puesta del sol del 10 de junio a la del 11 de junio.
Al morir Alejandro Magno en el año 323 a. C., a punto de cumplir los 33 años, se sentaba en un trono para gobernar un tercio del mundo entonces conocido. Era el homnbre mas poderoso del planeta. El imperio que había conquistado en Oriente se repartió entre sus generales, conocidos como los diádocos. En 315-281 tuvo lugar la Guerra de los Diádocos, en la que Ptolomeo, Casandro, Lisímaco y Seleuco lucharon contra Antígono, que pretendía monopolizar el poder. El resultado de aquella guerra fue la formación de tres reinos independientes: el de los Ptolomeos en Egipto, el de los Seléucidas en Persia y el de los Antigónidas en Macedonia.
Ptolomeo I, amigo de la infancia de Alejandro Magno y uno de sus principales generales, tras su muerte heredó Egipto y comenzó con las grandes obras, como la Biblioteca de Alejandría y una de las maravillas del Mundo Antiguo, el Faro de Alejandría. Su reinado dio inicio a la Dinastía Ptolemaica (323 a. C.- 30 a. C.)
En Egipto se hizo con el poder Ptolomeo I Sóter (305-282 a. C.). fundador de la Dinastía Ptolemaica. Esta dinastía gobernó en el Antiguo Egipto durante el período helenístico, desde la muerte de Alejandro hasta el año 30 a. C. , en que se convirtió en provincia romana. También se le conoce con el nombre de dinastía lágida, pues Lagos era el nombre del padre (o presunto padre) de Ptolomeo I.
Cleopatra -Su nombre completo es Cleopatra VII Thea Filopátor (que significa “diosa que ama a su padre” en griego)-. fue la última reina de Egipto y la más joven. La última gobernante de la Dinastía que se ciñó la corona de las "Dos Tierras" con apenas dieciocho años. Trás casarse con su hermano pequeño Ptolomeo XIII, de diez años.
En la familia real de los Ptolomeos, todos los hombres se llamaban Ptolomeos y todas las mujeres Cleopatra. Es correcto llamar a la mujer que conocemos como “Cleopatra VII”. Ella reinó en el trono egipcio en un momento en que el país ya dependía de Roma. Toda su vida estuvo relacionada con los romanos. Estaba casada civilmente con Julio César, e incluso le dio un hijo. Después del asesinato de César, se casó con el general romano Marco Antonio y le dio tres hijos. Después de la derrota de Antonio, la reina se separó de su vida dándose una mordedura de serpiente.
La estirpe de los Ptolomeos se extinguió en el año 30 a.C. con la muerte de Cleopatra, que optó por el suicidio para no ser llevada a Roma como botín de guerra. Egipto se convirtió en una provincia romana. Con su muerte se puso fin a una saga que gobernó Egipto durante casi 300 años.
Esta civilización helenística, fue, de hecho, la mayor red de intercambios culturales y mercantíles que el mundo había conocido hasta entonces.
Retrato de Cleopatra VII en una moneda y Escultura romana de Cleopatra con una diadema real, de mediados del siglo i a. C. (época de sus visitas a Roma en 46-44 a. C.) encontrada en una villa italiana en la Vía Apia, actualmente expuesta en el Altes Museum de Berlín.
Cleopatra VII, más conocida como Cleopatra. Creyó dominar a su hermano, pero pronto comenzaron las rivalidades por el poder. Fué marginada inicialmente y exiliada del país por su hermano y esposo Ptolomeo XIII. Recuperó el trono con la ayuda de Julio César (con quien tuvo un hijo llamado Ptolomeo XV Cesarión) y manejó a su antojo a su segundo esposo Ptolomeo XIV, tras quedar viuda de Ptolomeo XIII. Unos años después del asesinato de Julio César, volvió a hacer gala de sus alianzas políticas y sexuales y se hizo amante de Marco Antonio, quien fue derrotado por César Augusto en el conflicto civil que los enfrentaba.
VISITA A LAS CATACUMBAS DE KOM EL SHOGAFA
Nuestra guía Sarath nos enseña las catacumbas de Kom el Shogafa, situadas en la calle Bab el Molouk, en el barrio Karmouz de Alejandría. Sus decoraciones en bajorrelieve muestran una fusión cultural entre costumbres egipcias, helenísticas y romanas. Unas catacumbas ancestrales sin parangón en el mundo antiguo. Según los arqueólogos, las catacumbas de Kom el-Shoqafa constituyen el lugar de sepultura más grande de la época grecorromana.
Fueron descubiertas por casualidad en el año de 1901, cuando un desventurado burro y su carro cargado de piedras cayeron por un pozo de acceso. Un nuevo e insospechado lugar ante el que los investigadores se frotaron las manos. Porque se trataba de una espléndida red de enterramientos romanos de la época imperial temprana; más concretamente de los siglos I y II d.C.
Nos adentramos en las entrañas de este conjunto de catacumbas, que están datadas en el siglo I y principios del II, época de dominación romana. Llamadas también Catacumbas de Alejandría. Reciben el nombre por la similitud de su diseño con las catacumbas cristianas de Roma.
Parece probable que fuese en origen una tumba privada, convertida después en cementerio público.
Las catacumbas constan de tres niveles de tumbas cortados a través de roca sólida y cámaras excavadas en la roca a una profundidad de 35 metros. Desde su descubrimiento los dos niveles inferiores estaban sumergidos, tras el descenso del nivel del agua en 1995 solo queda sumergido el más bajo.
Tras la entrada hay una escalera circular de caracol de 99 escalones que rodean un pozo cilíndrico, que se utilizó para bajar el cuerpo del difunto, por medio de cuerdas para evitar daños y en cuyas paredes hay aberturas para permitir el paso de la luz. La escalera fue construida con escalones más grandes al principio y más pequeños al final, según los rituales comunes del período romano y conduce hasta un primer nivel ce las catacumbas.
Aparte de la cámara mortuoria original, Kom el-Shoqafa cuenta con una red de túneles que acogieron enterramientos posteriores, en un ejemplo de reaprovechamiento que hizo que el resultado se comparase con las catacumbas de Roma.
Sin embargo, el nombre del sitio no tiene nada que ver con eso; significa «montículo de fragmentos» y se le puso, porque allí se encontraron miles de pedazos de terracota, procedentes de las jarras de cerámica, que los familiares de los difuntos llevaban con comida y bebida para consumir durante los oficios fúnebres y que rompían al terminar, al no querer llevárselos a casa, por haberse usado en esas circunstancias.
El primer nivel, consiste de un corredor que conecta con una sala circular, conocida como “la Rotonda”, que es el eje a partir del cual se articula todo. En el medio de ella hay un pozo de agua. A un costado, hay una sala rectangular <<un triclinio>>, El salón de banquetes fúnebres donde amigos y familiares se reunieron en sofás de piedra cubiertos con cojines.
Al final de la sala circular, hay escalones que conducen a un segundo nivel, lleno de habitaciones, corredores, cámaras y la mayoría de las tumbas de Kom El Shoqafa.
Garazi atenta a las explicaciones de nuestra guia Sarath
Desde la rotonda, es posible ingresar a un conjunto separado de tumbas a través de un agujero en la pared. Esta sección, conocida como el Salón de Caracalla, que no estaba destinada a ser una tumba, pero contiene huesos humanos y huesos de caballo. Se cree que esta es una cámara funeraria masiva para aquellos que fueron asesinados por el emperador, en una revuelta ocurrida en el 215 d. C.. Si bien parece que está documentado, que ocurrió una masacre de este tipo, no hay evidencia real de que los restos en la sala estén relacionados con ese incidente. Dicen que el emperador era muy aficionado a las carreras hípicas. Pero por qué, los hombres y los caballos están enterrados juntos en el pasillo sigue siendo un misterio.
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Descendemos al segundo nivel, donde se encuentra la cámara principal. Esta sección se presenta como un templo griego. Esta área fue diseñada originalmente para estar rodeada por un único corredor en forma de U, que contenía los nichos de entierro. Sin embargo, a medida que se necesitaba más espacio, se agregaron habitaciones y pasillos adicionales, convirtiendo el complejo en un laberinto.
Una vez pasada la entrada, hay dos agathodaemon (espíritu bueno o demonio griego de los viñedos y campos de cereal, que los romanos asimilaron a sus genios de la fortuna, y solían asociarse a los banquetes), tallados en forma de serpiente, que flanquean y protegen ambos lados de la entrada a la tumba interior. Las serpientes griegas llevan coronas dobles egipcias tradicionales del Alto y el Bajo Egipto (el pschent) y en sus bobinas llevan tanto un kerykeion (un bastón alado) que es una insignia romana, como un thyrus griego (un bastón coronado por una piña). Encima de la cabeza de las serpientes hay escudos griegos que llevan la imagen del legendario monstruo griego Medusa (cuyo uso aquí está destinado a alejar a los intrusos hostiles).
Es esta mezcla de arte y cultura egipcia, griega y romana, que no se encuentra en ninguna otra catacumba en el mundo antiguo, lo que hace que Kom el Shoqafa sea especial.
Hay tres enormes sarcófagos de roca maciza con cubiertas fijas a lo largo de los lados de la cámara. El acceso al interior de los ataúdes era a través de un pasadizo que rodea el exterior de la cámara funeraria.
Cada sarcófago, decorado con guirnaldas en relieve, está asociado a una escena funeraria, también en relieve: en la central se ve a Anubis vestido de legionario romano momificando un cuerpo, depositado éste sobre una cama con forma de león y los correspondientes vasos canopos debajo; los laterales están dedicados al dios-buey Apis.
Aparte de esta cámara mortuoria original, Kom el-Shoqafa cuenta con una red de túneles que acogieron enterramientos posteriores en un ejemplo de reaprovechamiento que hizo que el resultado se comparase con las catacumbas de Roma.
Realizada la visita, salimos de la ultratumba de esta joya arqueológica para volver a la superficie y reencontrarnos con la Alejandría del 2022. Subimos los escalones de caracol y pasamos del pasado al presente. A la salida tomamos aire y y la claridad del día radiante, nos animaba a seguir disfrutando de los tesoros de esta ciudad..
El hecho de que este conjunto de tumbas sirviera a varias culturas diferentes también puede verse por los modos de internamiento. La tumba tiene muchos sarcófagos para la colocación de momias en la tradición egipcia, pero también numerosos nichos destinados a contener los restos de aquellos que optaron por ser cremados al estilo griego y romano. Como lo expresó un escritor, la catacumba es «evidencia visible de una época en que tres culturas, tres artes y tres religiones se superpusieron en suelo egipcio».
VISITA A LA ACRÓPOLIS DE ALEJANDRÍA
Nos adentramos en un monumento lleno de historia. Fue una de las maravillas arquitectónicas de Alejandría. Con sus elegantes patios porticados, sus dioses esculpidos, sus obras de arte y una biblioteca filial de la Gran Biblioteca de Alejandría.
El Serapeum de Alejandría o Serapeo, fue un monumental santuario para el culto de Serapis. Los historiadores confirman, que este dios es producto del sincretismo de las mitologías egipcia y griega. Serapis, integra las divinidades Osiris y Apis egipcias, cuyo culto se asociaba con los dioses griegos Zeus y Hades.
Riaño Alonso (2005), supone, que esta fundación obedece ante la actitud negativa de Ptolomeo I Sóter, de aparecer ante los egipcios y ante la población grecorromana que le acompañaba, como un nuevo faraón. Por ello, decidió utilizar la costumbre faraónica de crear y promover una divinidad, que tutelaba y amparaba a cada nueva dinastía. Esta fundación podemos fecharla en torno a 323 y 333 a.C..
Esta divinidad tiene unos orígenes confusos y, sobre todo, artificiales, pues pasó de ser una deidad menor a dios supremo de la mano de Ptolomeo I Sóter.
Excavaciones realizadas en la colina de Rhakotis en 1945 para descubrir el templo, han puesto al descubierto unas placas con el nombre de Tolomeo III Evergetes (282 al 222 a.C.). Lo cual da a entender que, sobre el primitivo templo edificado por su abuelo, Evergetes construyó otro, que, a su vez, fue sobrepasado por uno más amplio de época romana, el fastuoso del que habla Amiano Marcelino, quien lo alaba como una de las maravillas del mundo por su magnificencia, sus estatuas y sus obras de arte, sólo superado por el Capitolio romano.
Su destrucción en tiempos de Teodosio, supuso el ocaso político del paganismo y el inicio de una nueva era, la cristiana, de no larga duración en la historia egipcia porque el Islam estaba llamando a las puertas.
Situado en la acrópolis alejandrina, este yacimiento se ubica en la zona oeste de la ciudad, en el distrito de Karmouz, sobre la base de una colina, en una meseta rocosa orientada hacia el mar; en el lugar de la antigua ciudad egipcia de Rhakotis, conocida en época ptolemaica como "Alexandria acrópolis”. Se accedía al recinto por una escalinata de 100 escalones. Todos los edificios del santuario estaban recubiertos de mármol, y el interior del templo estaba revestido con láminas de oro, plata y otros metales preciosos.
De todo ello hoy no queda en pie más que la "mal llamada" columna de Pompeyo. La columna se levanta en lo que era la parte más alta del Serapeo.
Es la única columna de la Antigüedad, cuyo fuste est,a hecho de un solo bloque monolítico, no por tambores, que queda en pie en Egipto, y uno de los monolitos greco-romanos más grandes y pesados. Se estima que su peso es de 285 Toneladas.
La columna, con capitel corintio tiene una altura aproximada de 27 metros. El fuste esta hecho de granito rosa, extraído de las canteras de Asuán, mide 20,46 metros de largo y 2,71 metros de diámetro en su base, con una circunferencia de 9 metros. El zócalo sobre el que se levanta tiene 6 metros de altura. El capitel corintio es de granito gris.
La Columna de Pompeyo, es erróneamente atribuida a este emperador romano. Fue levantada en honor de Diocleciano, entre 298 y 302 d.C, que perdonó la destrucción de la ciudad, tras sofocar una rebelión originada en la misma. Se levanta en la zona este del santuario y junto al propio templo. Y en origen, estaba coronada por una estatua del emperador de 7 metros de alto sobre el capitel corintio.
La obsesión de los Ptolomeos por los libros, hizo que llegaran a Alejandría en cascada. Ptolomeo III amplió el templo. También la la biblioteca se quedaba pequeña y mandó construir la Biblioteca Filial de Alejandría en las galerias del Serapeum.
Hoy día, marca los restos del Serapeum esta gran columna. Bajo la cual se extienden unas pocas galerías. Evidencias arqueológicas de los sótanos donde los bibliotecarios, guardaban los documentos repetidos o sobrantes de la Biblioteca Madre del Museo.
Riaño Alonso (2005), sostiene que el Serapeo, fue creado para atender a los egipcios ilustrados, que no sabían leer griego, y para desempeñar actividades de propaganda y difusión de la cultura helena. El ritmo imparable de compra y copia de los bibliotecarios, filólogos, traductores y editores hacía que la biblioteca del Museo se viese desbordada, por lo que el Serapeo llegó a poseer sótanos donde guardaban los envíos del Museo.
Visitamos una galería de esta biblioteca subterránea, contemporánea de la gran Biblioteca de Alejandría., que se encontraba en un buen estado de conservación. Pudiendo ser contemplados los nichos en las paredes donde se guardaban los rollos de papiros.
Esta segunda biblioteca ubicada en este templo, sirvió de puente entre la cultura egipcia y la cultura griega.
Los primeros volúmenes que debieron albergar, debieron ser, traducciones al egipcio de las obras de la cultura helena que eran imprescindibles para la propaganda grecorromana. Más adelante, empezaron a instalarse todos los duplicados que sobraban en la Biblioteca Matriz.
Estos sacerdotes de Serapis se dedicaban a realizar las traducciones del griego al egipcio. Sería así por lo que esta biblioteca, tendría en un primer momento, un carácter público; y que estaría a disposición de toda la ciudad. Sin embargo, una vez que la lengua griega se introdujo en las elites culturales egipcias, estas traducciones debieron de parar. Estamos visitando, posiblemente, la primera biblioteca pública del mundo.
DESTRUCCION DEL SERAPEUM
Muchos autores confunden y mezclan datos e información sobre las dos bibliotecas. En particular sobre su destrucción, dado que estaban íntimamente ligadas en sus funciones y objetivos. Además, los datos o descripciones de los hechos, en ocasiones, se relatan siglos después de los acontecimientos.
Pero en lo que sí coinciden es, en que la proclamación del cristianismo, como religión oficial del Imperio en el siglo IV, tuvo consecuencias muy graves para las dos biblioteca alejandrinas. En sus anaqueles, se habían compilado los saberes del paganismo clásico Justamente el tipo de cultura que rechazaban algunos movimientos cristianos.
Inevitablemente, los viejos libros de la biblioteca ptolemaica dejaron de interesar a los adeptos de la nueva religión. Pero eso no fue todo. Las leyes contra el paganismo promulgadas por el emperador Teodosio, fueron aprovechadas por los cristianos más exaltados, para legitimar sus ataques contra templos e instituciones del paganismo.
Nos ha llegado, qué en el año 391 todo saltó por los aires. El obispo Teófilo, líder espiritual de la comunidad cristiana alejandrina, consiguió que el emperador le autorizara la destrucción del Serapeo. El gran templo pagano, que era la esencia misma de la monarquía tolemaica y como consecuencia su biblioteca.
Pablo de Jevenois, el director del área de creación del Instituto Ramón Llul (Cataluña e Islas Baleares, España), nos dice: «Tras el edicto del emperador Teodosio I, en el año 391, mandando cerrar los templos paganos, esta magnífica Biblioteca-Hija pereció a manos de los cristianos en ese mismo año, fecha de la violenta destrucción e incendio del Serapeum alejandrino; las llamas arrasaron allí la última y fabulosa biblioteca de la Antigüedad.
Según las Crónicas Alejandrinas, un manuscrito del siglo V. Fué el Patriarca monofisita de Alejandría, Teófilo (385-412), conocido por su fanático fervor en la demolición de templos paganos, el destructor violento del Serapeum.
De este modo, la importante biblioteca del Serapeo, fundación de Ptolomeo Evergetes – que algunos autores confunden con la biblioteca real, la propiamente dicha Biblioteca de Alejandría–, fue arrasada en el año 391. durante un saqueo anti pagano instigado por el patriarca Teófilo.
El profesor Miguel Castillo Didier después de señalar taxativamente que «... la biblioteca del Serapeo fue destruida el año 391 por el patriarca Teófilo.», brinda esta información que completa y certifica nuestras aseveraciones: «...hay que tomar en cuenta que no pocos monumentos habían sido dañados o destruidos por cristianos, incluso antes del edicto de Teodosio, el año 391. Y los que sobrevivieron aún hasta el siglo VII, hasta poco antes de la conquista árabe, fueron demolidos por orden del patriarca jacobita Andrónico hacia el año 620
Algunos autores sostienen que la anterior, es una versión difundida en el siglo XVIII y no confirmada por fuentes antiguas, y señalan que, en ese momento, al parecer, no había libros allí, y se utilizaba principalmente como lugar de reunión para filósofos neoplatónicos que siguieron las enseñanzas de Jámblico.
Según Tzetzes, un escritor bizantino, llegó a reunir cerca de cincuenta mil rollos, que era la forma en que se almacenaba "el saber" en aquellos tiempos.
Diferentes autores cifran que el Serapeo llegó a alcanzar una colección de entre 42.000 y 45.000 volúmenes.Sin embargo, Fernández Fernández (1995), hacer referencia al autor de la obra Historia de Roma, Amiano Marcelino, autor de finales del siglo IV d.c., a la hora de calcular el volumen de la colección, cifrándola en 70.000 obras. Esta cantidad, más grande que la cantidad oficial aceptada, está referida a los tiempos de Julio César cuando éste llegó a Alejandría persiguiendo a Pompeyo durante la Guerra Civil, es decir, en 48 a.C.
Réplica de la estatua del toro Apis en una estancia de la biblioteca del Serapeum. Una de las dos divinidades a las que estaba dedicado el templo.
Bibliografía: (Francisco Javier Fernández Abad El Serapeo o Serapeum: Templo, Biblioteca y Centro de Investigaciones Científicas. Revista General de Información y Documentación 2008, 18 161-172)
Finalizada la visita, nos dirigimos callejeando en nuestra furgoneta, en un caos de circulación, hacia La Nueva Biblioteca de Alejandría.
Lo que nos damos cuenta en este callejeo, es que las calles están divididas en gremios. Talleres de coche, madera, zapatos, ropa, muebles, antigüedades,…
LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA
<<LA ANTIGUA BIBLIOTECA y EL MUSEÚM>>
Aunque esta biblioteca fue una de las más grandes e importantes del mundo antiguo, las fuentes de información sobre ella son escasas y a veces contradictorias. Y gran parte de lo que se ha escrito sobre ella, mezcla leyendas y hechos históricos.
En un cuento escrito en 1941, el escritor argentino Jorge Luis Borges imaginó una «biblioteca universal» o «total» en la que estarían reunidos todos los libros producidos por el hombre. Tenía como finalidad compilar todas las obras del ingenio humano, de todas las épocas y todos los países, que debían ser «incluidas» en una suerte de colección inmortal para la posteridad. Pues bueno, eso ya se logró hace dos mil trescientos años en Alejandría, que en un momento albergó una biblioteca que pretendía reunir el conocimiento de cuanto sabio habitara la Tierra.
Nacida como un sueño con el deseo de albergar todos los saberes del conocidos, terminó adquiriendo proporciones de leyenda.
-La Tierra-, proclamó Alejandro en uno de los primeros decretos que promulgó, «la considero mía». Reunir los libros existentes es otra forma -simbólica, mental, pacífica- de poseer el mundo». Alejandro no pudo ver cumplido su sueño de poseer el mundo a través de los libros pero ese sueño estuvo cerca de cumplirse tras su muerte a través de la Biblioteca de Alejandría.
Las hijas de Zeus, las nueve musas, habían sido al principio las responsables de la inspiración de los poetas épicos; después lo fueron de todos los poetas y de los músicos, y finalmente de todos los hombres de letras, incluidos filósofos y científicos. El término museo deriva de estas musas y el origen, viene concretamente del edificio que las dedicaron en Alejandría -el Muséium-.
Inspirado probablemente por su tutor, el filósofo Aristóteles. Cuando Alejandro Magno fundó Alejandría. Su intención era hacerla la cuna del conocimiento y el aprendizaje de toda la cultura helénica, a través de una espacio que incentivara el saber y el encuentro de eruditos de todo el mundo. Era consciente de que solo con la fuerza militar no era suficiente para logar la dominación de las civilizaciones. Y que la manera mas eficiente y menos desgastante de mantener una hegemonía política entre otros territorios .era a través de la dominación cultural. Pero que nunca pude ver materializado debido a su inesperada muerte.
Mapa de la antigua Alejandría. El Museion se ubicaba en “Bruchium”.
Al inicio de la Época Helenística. Alejandría creó su Museo. Lo llamaron Museion y fue fundado por Tolomeo I -hijo de Lagos, general de Alejandro-, a comienzos del siglo III a.de C.. Tolomeo encargó a uno de sus consejeros llamado Demetrio Falerio (orador y político de Atenas y discípulo de Aristóteles refugiado en Alejandría), que fundara una academia de investigaciones científicas y una gran biblioteca que reuniera los libros del mundo de aquel entonces. De esta manera, procuró así cumplir el sueño de su antecesor Alejandro Magno. El Museo y la Biblioteca formaban parte del recinto del palacio, protegidos por las murallas de la fortaleza. Sin embargo, probablemente la construcción de la Biblioteca no se llevó a cabo hasta el reinado de su hijo, Ptolomeo II Filadelfo. Poco después de su fundación, se abrió una segunda biblioteca análoga a la principal, aunque más pequeña conocida como el Serapeo. La primera, ubicada dentro de “El Museo”, en el barrio de Bruchium, mientras que la segunda se localizaba en un anexo del Templo de Serapis (El Serapeum), que formaba parte del barrio de Rakotis.
El Muséum no dispuso de una colección de obras de arte. Mas bien, fue concebido como la primera versión de nuestros centros de investigación, universidades y laboratorios de ideas. Su verdadero objetivo era servir como espacio en el que los estudiosos del mundo antiguo se reuniesen para investigar, traducir y lucidar y difundir nuevos conocimientos.
Allí confluyeron los más grandes versados de las diferentes ramas del saber: Físicos, astrónomos, alquimistas, letrados, matemáticos...
Así describe Estrabón (siglo I a. C.) el Museo en su Geografía: << El Museo es una parte de los palacios reales. Tiene un paseo público, unos atrios con asientos y una casa grande en la que se encuentra el lugar de reunión común de los sabios que comparten el Museo. Este grupo de hombres tienen sus propiedades en común y un sacerdote está a cargo del Museo, originariamente nombrado por los reyes>>.
La otra institución importante de Alejandría -no citada en las descripciones de la ciudad de Estrabón- fue la Biblioteca, contemporánea del Museo, pero independiente de él. Su primer director fue Demetrio de Falero hacia el año 284, quien, con sus propios libros traídos de Atenas, constituyó los primeros fondos.
EL ORIGEN DE LA ANTIGUA BIBLIOTECA; EL PROYECTO DE UN ESPACIO DEL SABER SIN PRECEDENTES
El problema del origen de la Biblioteca de Alejandría es el mismo que el del origen del Museo. La Biblioteca debió de surgir como consecuencia de la fundación de este último, para que sus miembros dispusieran de una colección de libros, elemento valioso de trabajo e imprescindible en la nueva ciudad, que no disponía de libros griegos. Al menos en la cantidad suficiente para atender a las necesidades de los eruditos e investigadores que en ella iban a trabajar.
Cuando Alejandro Magno llegó a la costa egipcia del Mediterráneo estableció una única misión: construir un imperio de conocimiento. Su sucesor Ptolomeo I logró juntar pergaminos de los estudiosos más notables. Ubicado en el barrio real, este recinto, lleno de columnas helénicas y decoración egipcia, sirvió como refugio de los grandes eruditos de la época (en particular los griegos).
Esta ciudad, que ya de por si era famosa por su importancia mercantil marina y por su imponente faro, se volvió por un instante la capital cultural del mundo occidental. Fue tal la obsesión de los alejandrinos por poseer la sabiduría global, que hubo un periodo en el siglo III a.C., según cuentan las crónicas, en el que los barcos que atracaban ahí eran detenidos para que entregaran a un escribano los libros que llevaban a bordo. Estos ejemplares se copiaban tal cual y después la réplica era entregada a la tripulación de los navíos, en tanto que el original se quedaba en la biblioteca.
Alí, a orillas del mar Mediterráneo, nació la primera cultura que quiso acoger los saberes de toda la humanidad.
¿Cuántos serían por aquel entonces todos los libros del mundo? Es difícil creer a los los autores antiguos porque las cifras varía escandalosamente de unos a otros.
Hay un gran desacuerdo contable sobre los rollos que almacenaba la biblioteca, máxime con la unidad de medida para los cálculos bibliotecarios, que era el rollo.
Recreación de la Biblioteca de Alejandría.
La Biblioteca de Alejandría", cuenta Richard Ovenden, "creció sin parar desde su fundación, según un curioso documento conocido como la Carta de Aristeas, escrita en torno al año 100 a. C. En ella se cuenta que poco después de su fundación, la biblioteca alcanzó los 500.000 rollos y que la incorporación del Serapeum acrecentó su capacidad. El historiador romano Aulo Gelio, en su compendio 'Noches Áticas', dio una cifra de 700.000 volúmenes divididos entre las dos bibliotecas. Juan Tzetzes fue un poco más preciso —los bibliotecarios tienden a estar más contentos con las cuentas exactas de sus colecciones— y afirmó que el Museion contaba con 490.000 volúmenes y el Serapeum con 42.800.
La Nueva Biblioteca
Hemos de tratar las antiguas estimaciones del tamaño de la colección con extrema cautela. Dada la extensión de la literatura en el mundo antiguo que ha sobrevivido, las cifras no son realistas. Aunque las estimaciones deben considerarse con escepticismo, sí ponen de manifiesto que la biblioteca era enorme, mucho mayor que cualquier otra colección conocida en aquel momento y dan una idea de la gran pérdida para el conocimiento que supuso la destrucción de la biblioteca alejandrina.
El monumental catálogo de la Biblioteca de Alejandría fue obra de Calímaco de Cirene (310 a. C. -240 a. C.), quien ideó un método para localizar cada obra junto con un resumen o incluso un comentario. Por desgracia, las Tablas (Pinakes) que formaban el catálogo se han perdido. Recibió de Ptolomeo II el encargo de ordenar la Biblioteca de Alejandría, cargo que ejerció hasta su muerte. De tal envergadura fue su tarea que es considerado el padre de los bibliotecarios (o, por lo menos, de los catalogadores).
RECORRIDO HISTÓRICO SOBRE SU DECLIVE Y DESTRUCCIÓN
Pareciera que el destino esperó a que la librería viviera sus mejores años hasta que llegara un momento de declive y eventual desaparición.
La infame destrucción en un incendio? de la biblioteca de Alejandría, con la pérdida consiguiente de la colección más completa de literatura antigua jamás reunida, ha sido el argumento de un acalorado debate durante siglos. ¿Qué le pasó exactamente a este impresionante almacén del conocimiento antiguo y quién fue el responsable de su quema?. si es que se destrucción o desaparición la causaron las llamas.
Hay que resaltar el carácter polémico acerca de la realidad histórica de la definitiva destrucción de la Biblioteca de Alejandría. Voy a recoger las consideraciones más relevantes y extendidas sin pretender concluir la cuestión ni rebatir la veracidad de los hechos, más allá de lo que algunos autores discuten.
- El comienzo de su declive
Son muchas las imprecisiones que rodean la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, y que esta fue pasto de las llamas. Sin embargo fueron muchos los acontecimientos que mallaron las bases de la mas majestuosa biblioteca de la antiguedad.
Este grabado recrea el incendio que quizá destruyó parte de la Biblioteca en el año 47 a.C., durante la guerra entre Cleopatra y su hermano. 1876.
Lo que sabemos de ella es, siendo optimistas, fragmentario. Muy pocas fuentes primarias y un sinfín de secundarias que se copian las unas a las otras. Para empezar, no se trataba de una sola biblioteca sino de dos, el Muséion o Biblioteca Interior y el Serapeum o Biblioteca Exterior,
La pérdida del archivo de conocimiento más grande del mundo antiguo, la Biblioteca de Alejandría, se ha lamentado durante siglos. Pero cómo y por qué se perdió sigue siendo un misterio. El enigma existe no por falta de sospechosos sino por exceso de ellos.
Como en una novela policiaca, cada nueva voz cuenta una versión distinta y aporta pistas contradictorias. Encontrándonos con mas supuestos que certezas.
Sin duda alguna, rios de tinta y toneladas de papel han sido necesarias para que los historiadores, cronistas y relatores hayan descrito la destrucción de la Biblioteca y consiguiente desaparición de los miles de rollos que se guardaban en sus anaqueles.
Y aquí empiezan las fabulaciones. La que ha impregnado el imaginario toma como origen la batalla de Julio César en el 48 a. C..
¿Fue la biblioteca víctima de un incendio en época de César, de la hostilidad de los cristianos, de los conquistadores musulmanes, o de la dejadez y falta de inversión que imperó durante siglos.?
El declive de la Biblioteca comenzó bastante antes de que las llamas devoraran por primera vez parte de su estructura.
- Expulsión de los Académicos
En 145 a. C., el sexto bibliotecario jefe, Aristarco de Samotracia (c. 216-145 a. C.), se vio envuelto en una lucha dinástica entre dos gobernantes ptolemaicos. Aristarco era el tutor de los hijos de Ptolomeo VII y apoyó a éste. Tras la llegada al poder de Ptolomeo VIII (c. 184-116 a. C.), Aristarco y todos los académicos extranjeros fueron expulsados de Alejandría. Esta purga académica obligó a los eruditos a buscar o establecer nuevos lugares de investigación a lo largo del Mediterráneo. Incluido Pérgamo, la principal ciudad griega que rivalizaba en conocimientos con Alejandría. Como resultado, la influencia de la biblioteca y Alejandría comenzó a disminuir y ya no se le veía como la capital del conocimiento.
El dominio ptolemaico empezó a decaer en Egipto a partir del siglo II a.C. y la atención a la Biblioteca fue mermando, en especial el apoyo económico. La inestabilidad del dominio ptolemaico ocasionó problemas políticos, económicos y sociales que, afectaron directa o indirectamente a la Biblioteca y su influencia.
- Julio Cesar "El Pirómano": LA CAUSA MAS DIFUNDIDA
La primera persona a la que se culpa de destruir la Biblioteca, es Julio César. El principal sospechoso y la causa más difundida sobre su final. Se ha dicho que, durante la ocupación de la ciudad de Alejandría por parte de César en 48 a.C., éste, envuelto en la Guerra Civil Alejandrina entre Ptolomeo XIV y Cleopatra VII a la que apoyaba, él se encontraba en el Palacio Real asediado por la flota egipcia en el puerto. Julio César, por su propia seguridad, hizo que sus hombres incendiasen los barcos egipcios, pero el fuego se descontroló y se esparció a las partes de la ciudad más cercanas a la costa, incluidos edificios, almacenes, depósitos y algunos arsenales. Como consecuencia de los daños colaterales de los proyectiles incendiarios que, afectaron al Palacio, la Biblioteca quedó destruida.
Plutarco sobre esta batalla, escribió siglo y medio después que como consecuencia del incendio provocado en la ciudad, la biblioteca quedó reducida a cenizas. De ser verdad que afectó al Muséum y la Biblioteca, su destrucción no fue total porque el geógrafo Estrabón, que visitó Alejandría solo unos lustros después describió con detalle el Museo, sin mencionar a la Biblioteca ni a ningún desastre veintiocho años antes. Y el echo de no mencionarla explícitamente se puede deber, a que en esas fechas ya no gozaba de tanta influencia.
Otros autores muy posteriores como el historiador romano, Dio Cassius ( c. 155 - c. 235 ), relatan que el incendio provocó la destrucción del arsenal, los depósitos de grano y unos almacenes donde se encontraban depositados varios miles de rollos, bien para la Biblioteca o para su venta en las rutas comerciales.
Tal vez Plutarco interpretó mal las fuentes que describían la quema de ese depósito del libros que en griego se llamaría también bibliothéke.
Parece ser que las llamas solo causaron daños parciales y no totales como se tiende a pensar y que se quemaron numerosos escritos que no se pudieron recuperar. Una pérdida que mermó considerablemente la influencia de la Biblioteca. Séneca el filósofo y dramaturgo romano(Cordoba, 4 a. C. - Roma , 65 d. C.), cita la obra de Livio "Historia de Roma", esrita entre los años 63 a.C y 14 d.C y señala que la cantidad de rollos quemados alcanzó los cuarenta mil.
Posterior al posible incendio, también se sabe, que Marco Antonio que sucedió a Julio César. Regaló a Cleopatra una gran cantidad de escritos que compró (otros señalan que robó) en la Biblioteca de Pérgamo para resarcir el daño provocado por Julio Cesar. Lo que hace suponer que la estructura seguía en pie.
Así qué parece ser que de la acción pirómana de Julio Cesar, no pudo ser el responsable de su desaparición y la Biblioteca sobrevivió.
- El debacle de la Biblioteca a manos del Imperio Romano
Con la caída de Antonio y Cleopatra y el consiguiente hundimiento del reino ptolemaico de Egipto, que cayó en manos de Roma con la victoria de Augusto, Alejandría fue entrando en una lenta e inexorable decadencia, y con ella también su Biblioteca.
En los primeros años de dominación, emperadores romanos como Claudio y Domiciano prestaron atención a la Biblioteca. Ésto permitió que en los dos primeros siglos de nuestra era, la intelectualidad siguiera evolucionando. Pero a partir del siglo III hizo que la relevancia de la ciudad de Alejandría se perdiera, en especial durante el mandato de Caracalla (188-217), emperador entre 211-217) y feroz asesino durante su corta existencia, que en el año 215, mandó a reprimir una rebelión matando a miles de jóvenes en las calles de Alejandría. Además dejó de preocuparse por la dotación de nuevos manuscritos y del pago a los académicos. Lo que afectó la influencia de la Biblioteca y del Museo en general.
En el año 270 d.C. cuando la Reina de Palmira (Siria) Septimia Zenobia -que decía ser descendiente de Cleopatra- se alzó contra el poder romano y extendió sus dominios hasta el Mediterráneo. Alejandría fue tomada y el barrio de Bruquio fue dañado gravemente debido a que era la sede del gobierno imperial y de las guarniciones romanas. El Museo y la biblioteca se encontraba en el mismo barrio y se cree que resultaron dañados.
Y hay que agregar las devastaciones que Alejandría sufrió durante el mandato del emperador Diocleciano que en el año 296 d.c. puso sitio a la ciudad y ordenó que fuese saqueada para acabar con una revuelta. Las devastaciones afectaron la estructura del Museo y muchos académicos huyeron buscando territorios más seguros.
- Presa de la furia anti pagana
Otros sostienen que la pervivencia de ambas instituciones duró hasta el siglo cuarto IV d. C., atravesando las peripecias naturales de un período tan largo, en el que se produjeron graves incidentes en la ciudad. Defienden que el cuarto fue un mal siglo para la Biblioteca y el Serapeo por el triunfo de Constantino, que trasladó la capital a la vieja Bizancio y nueva Constantinopla y reconoció y protegió el cristianismo.
La Biblioteca y el Museo fueron instituciones creadas al servicio de la cultura clásica pagana y su continuación no resultaba fácil bajo la dependencia de un régimen político que la perseguía. Además El Serapeum era un templo eregido a un dios pagano y fue considerado por los cristianos un sitio del paganismo.
El pueblo egipcio dejó de sentir como propios el Museo y la Biblioteca por su doble carácter helénico y pagano.
En el año 380 d.C., todavía bajo la denominación romana y el cistianismo se convirtió en la religión oficial de todo el imnperio después de que Teodosio el Grande promulgase en febrero de ese año el edicto de Tesalónica y se empezó a prohibir todo vestigio del paganismo.
Teófilo fué nombrado obipo de Alejandría en al año 385 d.C. y en el año 391 ordenó la destrucción total del templo de Serapis por estar dedicado a un dios pagano y lo más probable es que también se destruyeran los manuscritos del paganismo clásico que se encontraban en la Biblioteca Filial. Si bien a Teófilo no se le adjudica la destrucciónb de la Bilioteca de Alejandría.
Y parece ser que continuó con sus funciones hasta el año 415 d.C. . Cuando la filósofa y científica Hipatia, hija del que fuera el último director de de la Biblioteca, Teón o Theón, nacido aproximadamente en el año 335 y fallecido en el año 405 . Y tal vez la última representante de la tradición filosófica alejandrina, fue asesinada por una turba de fanáticos cristianos, seguidores del obispo Cirilo que era sobrino de su ntecesor Teófilo y junto con ella desapareció su valiosa biblioteca. El Museo y el sueño de reunir todos los libros y todas las ideas habián sucumbido en estos brutales disturbios de Alejandría. Desde entonces la Gran Biblioteca dejó de ser mencionada, como si hueiera desparecido para siempre. (sobre estos acontecimientos versa la película Ágora
Cirilo nunca tuvo que dar cuentas de este horroroso crimen. La suerte de Hipatia sirvió de aviso a los que intentaron cultivar los conocimientos profanos. Las fuentes no se ponen de acuerdo en el grado de responsabilidad de Cirilo como instigador del crimen, pero las sospechas recayeron inmediatamente en él. Cirilo es considerado hoy santo por las iglesias católica, ortodoxa, copta y luterana.
- La invasión musulmana de Alejandría
Otras de las versiones, adjudican la destrucción de la Bilioteca de Alejandría al califa Omar, el segundo sucesor de Mahoma.
Cuando ya no esperabamos más noticias, la Bilioteca reaparece por última vez, en dos crónicas árabes, y nos obliga a saltar en el tiempo hasta el vigésimo año de la hégira, es decir , el 652 de la era cristiana.
El 17 de septiembre de 642, cuando los musulmanes liderados por Amr Ibn al-Ás ash-Shami (573-663) la conquistaron tras un largo asedio, Alejandría era la capital del Egipto bizantino.Según fuentes árabes, cuando éstos tomaron la ciudad en el 642 d.c., un sabio griego, temeroso por el destino de la colección, imploró a un general árabe amigo suyo que le fuese regalada. Éste lo consultó con el califa Omar y este le contestó lo siguiente: Si estas obras de los griegos se ajustan al libro de Dios, son inútiles y no hay razón de preservarlos; y si están en desacuerdo, son perniciosos y habrá que destruirlas. La colección fue quemada en las calderas de los 4.000 baños de la ciudad de Alejandría durante seis meses (Casson, 2003).
Es verdad que los árabes conquistaron Alejandría en esas fechas, pero muchos especialistas creen que los dos cronistas inventaron la historia que describieron varios siglos después de que ocurrieran los acontecimientos. Además, es sabido entre los hombres de ciencia y erudición que los musulmanes siempre han mostrado por los libros el mayor de los respetos y los cuidados. Siempre estuvieron más orgullosos de sus bibliotecas y librerías que de sus armas, palacios y jardines.
Este desenlace ha sido muy discutido por los estudiosos. En el siglo XVIII, el gran historiador británico Edward Gibbon consideró que la historia era inverosímil, una invención para imputar a los musulmanes lo que en realidad había sido responsabilidad de los cristianos.
"Al parecer", termina Richard Ovenden ( bibliotecario británico legendario que, tras haber regido los destinos de algunos de los principales recintos bibliográficos de Reino Unido, ocupa hoy el cargo de alto ejecutivo de las Bibliotecas Bodleianas de la Universidad de Oxford. , "la causa última de la destrucción de la Biblioteca fue la falta de supervisión, liderazgo e inversión que imperó durante siglos.
<<Los libros, que en todas su formas arden bien, tienen un triste historial de destrucción entre las llamas>>El rastro de la Biblioteca de Alejandría se perdió para siempre, La más rica biblioteca de la historia, el mayor refugio del saber que por entonces contaba la Humanidad, cumpliendo lo que parece ser el sino de muchas de las grandes bibliotecas, el de perecer víctimas de la violencia, la intolerancia o el infortunio.
Sin duda, la desaparición de la Biblioteca de Alejandría constituye uno de los más simbólicos desastres culturales de la historia, comparable tan sólo con la quema de libros que siguió a la toma de Constantinopla por los cruzados en 1204 o la que tuvo lugar en 1933 en la Bebelplatz de Berlín a instancias del ministro de propaganda Joseph Goebbels; eso por no hablar del incendio de la biblioteca de Bagdad, en 2003, ante la pasividad de las tropas estadounidenses. O el infortunio, o al menos eso se cree, del incendió de la biblioteca de la Academia de Ciencias de Egipto, en El Cairo, el 18 de diciembre de 2011, que albergaba 200.000 documentos que se remontaban al siglo XVIII –entre ellos, una valiosa copia original de la Descripción de Egipto– y que contenían valiosísimas fuentes para la investigación del país del Nilo.
Mil quinientos años más tarde…, tras doce años de obras, en el año 2002 surge una nueva biblioteca de Alejandría, con un diseño de enorme disco solar que surge del paseo marítimo de Alejandría -representa el astro del saber iluminando al mundo- y con el propósito de convertirse en un centro cultural de alcance mundial. . En 1989 se inició su edificación , financiada por la ONU. El edificio es un enorme cilindro con la cubierta inclinada, de 36.770 metros cuadrados de superficie y 33 metros de altura. Consta de 11 niveles, 4 de los cuales se hallan por debajo del nivel de la calle. Su diseño simboliza el sol de Egipto iluminando al mundo y a la civilización.
La Biblioteca tiene un único trecho formado por miles de paneles de colores que regulan la luz solar durante el día.
Para llevarlo a cabo, en 1988 la UNESCO patrocinó un concurso internacional donde resultó ganador el proyecto de la firma noruega Snøhetta. El presupuesto para la construcción fue de 230 millones de dólares, financiado por países de todo el mundo.
El edificio fue inaugurado oficialmente el 17 de octubre de 2002 en la misma ubicación que tenía en la Antigüedad, 1.600 años después de la desaparición definitiva de aquellas grandes colecciones del saber.
Por fuera, el edificio recuerda el famoso faro de Alejandría, ya que su cubierta vidriada deja que la iluminación interior se proyecte hacia el Mediterráneo. Su implantación, rodeado de agua, refuerza el concepto.
El diseño de su cubierta es cilíndrico, en homenaje al dios egipcio Ra, el dios del Sol. Visto desde arriba, se propone la imagen del sol ya que los jeroglíficos egipcios muestran el sol por lo general como un disco simple.
La entrada se hace por la quinta planta. Hay cuatro bajo el nivel del suelo y seis más por encima, 33 metros de altura. La lugar dedicado a la lectura –con capacidad para dos mil personas– es una sala hipóstila con columnas de granito de estilizados capiteles palmiformes que sustentan la cubierta de vidrio y aluminio. Los dos mil pupitres, agrupados entre paneles de maderas nobles, descienden en rampa desde los niveles superiores hasta la quinta planta.
La biblioteca cuenta con un artefacto tecnológico proporcionado por la empresa Xerox, que los guías del centro han bautizado como «La Máquina del Libro Café Expresso» (Expresso Book Machine).Está ubicada en una estancia en cuyo acceso se lee: Print On Demand (Impresión Bajo Demanda).
Se trata de una máquina de impresión láser, de poco más de un metro de largo, uno de ancho y algo más de metro y medio de altura, conectada a un dispositivo profesional de escaneado de libros y, ambos, a una estación de trabajo con teclado, ratón y monitor que hace de nexo entre los dos artefactos. Técnicamente, es capaz de escanear un libro impreso, imprimirlo a dos caras y encuadernarlo, todo en un solo proceso, a demanda, y apenas en el tiempo que cualquiera tarda en tomar un café. De ahí la broma del nombre. Como es obvio, este proceso únicamente puede tener lugar allí con volúmenes no sujetos a restricciones de derechos, es decir, libros completamente en derecho público, sea por antigüedad o por permiso concedido.
En la fachada exterior se pueden observar grandes inscripciones de: Letras, pictogramas, jeroglíficos y símbolos tallados que representan todos los alfabetos del mundo. Estas fueron cuidadosamente realizadas con el artista Jorunn Sannes que utilizó para labrar las rocas las mismas técnicas ancestrales que los antiguos egipcios. Los caracteres que representan todos los alfabetos del mundo están grabados en las paredes exteriores de granito.
Una visita a la Biblioteca Alejandrina es toda una experiencia en sí misma. Además de una inmensa sala de consulta, el recinto cuenta con seis colecciones especializadas, un planetario, cuatro museos (de Antigüedades, Manuscritos, Historia de la Ciencia y del presidente Sadat), 12 centros de investigación académica y cuatro galerías. Los visitantes también pueden ver algunas de las 15 exposiciones permanentes que tiene de pinturas y esculturas.
Visita a la sala de la Historia de la Ciencia, donde se podía observar en una pantalla táctil a una momia en tres dimensiones con detalles muy precisos.
El museo dedicado al legado del presidente egipcio Moḥamed Anwar al Sadat, recordado en su país como el héroe de la guerra y la paz. Contiene muchas pertenencias personales, incluso una réplica de su despacho presidencial. Las colecciones incluyen algunas de sus túnicas militares, su medalla del Premio Nobel, su copia del Corán, algunas de sus cartas escritas a mano, fotografías de él y su familia, y la túnica militar manchada de sangre que usó el día de su asesinato.
Anwar al Sadat, militar y Político egipcio que fue presidente de la República desde 1970 hasta su asesinato en 1981. Primero hizo la guerra con Israel y luego firmó un tratado de paz con el Gobierno israelí que le devolvió a El Cairo la península del Sinaí, fue asesinado el 6 de octubre de 1981, por un grupo islámico que lo consideraba un "traidor".
También visitamos algunas otras salas con exposiciones permanentes de cuadros y esculturas.
Monumento a Alejandro Magno en la explanada, fuera del recinto de la Biblioteca.
Damos por finalizada la visita a este gran monumento del saber y nos dirigimos a visitar el Fuerte de Qaitbay, también conocido como la Ciudadela de Qaitbay (en árabe: قلعة قايتباي)
Pasamos por la parada de autobuses y nos cruzamos con el tren que campa a sus anchas por el centro de la ciudad.
LA CIUDADELA DE QAITBAYVisitaremos esta fortaleza defensiva del siglo XV que fue erigida en 1477 por el sultán mameluco Al-Ashraf Sayf al-Din Qa’it Bay. Fortificó el lugar como parte de su proyecto defensivo costero contra el Imperio otomano, que amenazaba a Egipto durante esa época.
La ciudadela está ubicada en la entrada este de la Bahía, en el extremo de la isla Pharos (Su nombre, según la leyenda es una variación de la "Isla de los Faraones"), el lugar en el que antiguamente se levantaba el famoso "Faro de Alejandría". Gloria de Alejandría y una de las siete maravillas del mundo antiguo. elevado en esa isla.
El Faro, ese elemento del que hoy por hoy es imposible disfrutar, pero que se recuerda por la fama que obtuvo en el momento de su construcción; y es que no podemos olvidarnos de que se convirtió en una de las Siete Maravillas del Mundo.
Fue la última y la más moderna de las siete maravillas de la Antigüedad ..Y aunque lo destruyeron las sacudidas de sucesivos terremotos desde el siglo X al XIV, podemos intuir su huella en todos los faros posteriores, que han seguido su modelo arquitectónico. (Irene Vallejo, El Infinito en un junco).
Símbolo y referencia para marineros y navegantes, la torre del Faro es una de las maravillas del mundo antiguo que tuvo una vida más larga –aparece en el mapa de Peutinger, del siglo IV d.C. No fue hasta el siglo XIV cuando un seísmo causó su derrumbe.
Una idea de su forma se puede obtener de monedas romanas y una descripción cuidadosa la tenemos gracias a un malagueño, Ibn al-Sayaj, que vivió a mediados del siglo doce en Alejandría, donde examinó los restos del faro y tomó notas y detalladas medidas.
Erigido sobre una amplia plataforma cuadrada y cerrada por contrafuertes para impedir la entrada de las olas, su altura superaba los cien metros, con tres cuerpos, cuadrado el primero, octogonal el segundo y circular el superior, recubiertos de piedra caliza o mármol blanco, en el último de los cuales estaba la linterna, cúpula sostenida por ocho columnas, donde ardía un fuego de madera resinosa para guiar con su resplandor a los marineros por la noche. Una rampa permitía la ascensión a las acémilas cargadas con el combustible.
Este faro aguantó varios desastres, aun así, seguía funcionando. Se sometió a numerosas restauraciones para que su función no decayera. No obstante, en el siglo XI se produjo un terremoto realmente trágico que terminó por dejar inservible gran parte del faro. Finalmente, en el siglo XIV, alrededor del 1303, hubo otro terremoto que acabó con la totalidad del edificio. El famoso faro, que funcionó durante 17 siglos, permaneció en ruinas durante más de 100 años.
Pero el lugar en el que se levantaba el colosal y famoso Faro no ha sido olvidado; allí, desde el siglo XV se construyó una fortaleza realmente llamativa, el Qaitbay, la ciudadela de Alejandría. La guía nos comentó que para su construcción se reutilizó material del faro caído, y si uno se acerca a las murallas exteriores distinguirá algunos magníficos pilares de granito rojo que, con toda probabilidad, proceden del antiguo faro. Otras partes del mítico faro están repartidas por el lecho marino.
Durante todo el período mameluco, y debido a su ubicación estratégica, la Ciudadela fue bien mantenida por todos los gobernantes que vinieron después de Qaitbay.
La Ciudadela continuó ejerciendo su función durante la mayoría del periodo mameluco, el periodo otomano y la Edad Moderna, aunque tras el bombardeo británico sobre Alejandría en 1882, dejó de ser un lugar prominente. Se abandonó hasta el siglo XX, cuando fue restaurado en múltiples ocasiones por el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
La fortaleza consta de tres partes principales, los enormes muros que rodean todo el complejo, una pared interior y la torre principal, que según algunas fuentes fue levantada reutilizando parte del material recuperado de las ruinas del Faro de Alejandría.
Desde sus murallas se tienen una extraordinaria vista panorámica de Alejandría.
Interior de la fortaleza. En el piso primero hay una gran mezquita con un minarete, cuatro iwanes o lugar de oraciones y un patio. En el segundo sus pasillos amarillos que dan la impresión de encontrarte en un laberinto. El tercero una gran sala circular con el torno del gobernante.
Mezquita y pasillos del interior
Después de la visita comida típica en un restaurante cerca del puerto. Aparte de algunos lugares por la zona centro de Alejandría, en el paseo marítimo hay uno muy famoso y que, para los estándares europeos, está muy bien de precio, el “Fish Market”.
Comida típica, pero al finalizar no seguimos la costumbre que dejaron los griegos en Alejandría. No comían nunca en el mismo plato, los rompían. Por eso los alejandrinos siguen esa costumbre de sus antepasados y rompe platos en Año Nuevo. Lógicamente. no lo pueden hacer a diario.
Dicho restaurante está repleto de fotos de personalidades que han comido allí. Después de la comida, regreso al hotel.
De regreso, Garazi se queda descansando en el hotel y tomando notas en su diario. Yo doy un paseo por los alrededores.
Estamos en una zona muy bien situada, a cinco minutos del malecón en La Corniche, plagada de edificios históricos y muy cerca de dos parques. Uno en la cercana y gran arteria comercial de Salah Salem, que nace en La Corniche y se extiende hasta el centro de la ciudad y dedicado a Muhammad Ali Pasha, considerado como el fundador del Egipto moderno y que como es normal en todos los parques tiene también su estatua ecuestre. Este parque forma una gran "T" con el Parque Ahmed Ourabi, también en honor al líder y oficial militar nacionalista egipcio Ourabi.
Muhammad Ali Pashaha
Cruzo este último parque, encajonado entre dos avenidas, la Gonday Al Maghool Sq y la Avda. Ahmed Ourabi. La primera muy concurrida y donde encuentro uno de estos zocos lleno de tenderetes donde venden ropa.
Paseo entre calles y me llama la atención lo caóticas que son estas grandes ciudades. Tráfico, gente, suciedad, aceras con bordillos altísimos y edificios mugrientos que añoran el esplendor de otras épocas.
En las desconchadas fachadas de sus edificios decimonónicos de estilo europeo cuelgan enjambres de cables eléctricos que amenazan causar un incendio como el que destruyó la biblioteca hace 2.000 años. Vetustos edificios en un estado deplorable de conservación. Los derrumbes de viviendas son frecuentes, sobre todo en zonas populares donde no suelen adoptarse medidas estrictas para garantizar la seguridad de los edificios y las inspecciones oficiales en esta materia no son rigurosas y son habituales las construcciones ilegales.
Alejandría tiene un historial especialmente macabro, es la ciudad con mayor número de siniestros en todo el país. Según los expertos, más de 20 edificios se hunden cada año, muchos de ellos, con sus habitantes dentro.
Pero bajo esa capa de calles caóticas con edificios en mal estado de conservación, se esconden los estratos de la ciudad. A cinco metros bajo tierra, la ciudad del siglo XVIII; a diez metros bajo tierra, la ciudad medieval; a quince metros bajo tierra, la ciudad romana; a veinte metros bajo tierra se encuentra la Alejandría original.
Al de un buen rato, vuelvo a buscar a Garazi para dar una vuelta y disfrutar del atardecer, acercándonos hasta el paseo del malecón. Afortunadamente, el otro gran placer de esta parte de la ciudad es gratis: pasear por la Corniche, contemplando el mar.
Desde el hotel, en unos minutos salimos al alargado Parque Ahmed Ourabe, donde vemos el zoco de ropa. En Alejandría no encontraremos bazares como los de El Cairo, pero abundan los zocos como éste, que son ideales para vivir la animada vida de los mercados. Un trajín de puestos y mucha gente deambulando impasible y sin importarles el tráfico constante caótico y ruidosos de vehículos que lentamente les sortea.
Nosotros subimos la avenida para dirigirnos al malecón, al final, tenemos que cruzar la gran avenida 26 de Julio. Todo un reto, sin semáforos. Cruzar sus calles y avenidas es un acto de suicidio, del cual sobrevives…siempre…Hay que atreverse.
El 26 de julio es una fecha importante en dos acontecimientos ocurridos en Alejandría:
- El rey Faruq, descendiente del albanés Mehmet Alí, huyó de Alejandría en su yate real el 26 de julio de 1952 (Golpe de los Oficiales Militares liderados por rel coronel Nasser), dejando Egipto en manos de un gobierno egipcio por primera vez desde la época de los faraones.
- El 26 de julio, coincidiendo con el cuarto aniversario de la marcha del rey Faruq, Nasser anunció que había nacionalizado el Canal de Suez para financiar la construcción de una gran presa que controlaría la crecida del Nilo e impulsaría la agricultura egipcia
La gente local que trata de atravesar estas atestadas vías de circulación, no se preocupa al cruzar, desafiando todas las medidas de precaución y cautela. Pasa temerariamente sorteando por delante o detrás a los vehículos, sin contar con la aprobación visual de los conductores. Nosotros pasamos rápidos y Garazi no las tiene todas consigo. Yo la digo que para cruzar sólo se necesita la decisión de saltar a la calzada.
Al final, objetivo cumplido y estamos en pleno paseo marítimo, disfrutando de la fresca brisa mediterránea. El mejor escaparate, un precioso balcón al mar mediterráneo. Pero La Corniche, este paseo que recorre la costa a lo largo de toda la ciudad, ya no es un bonito frente marítimo con edificios señoriales de estilo italiano y francés, sino una línea uniforme de viviendas rectilíneas donde todavía sobreviven algunas joyas del pasado.
Bloques rompeolas de hormigón protegen el paseo de las abatidas del mal.
Disfrutamos de un precioso atardecer a orillas del bautizado por los romanos como Mare Nostrum.
Recorremos la mitada del paseo y nos damos la vuelta. Regresamos al hotel, y hacemos tiempo para salir a picar algo. Al poco rato yo he salido a investigar y preguntar con "mi fluido francés", por algún restaurante cercano ¡y por casualidad! encuentro uno que nos había recomendado nuestra guia Sarath. La Ptisserie Délices.
Una pastelería de 1922, en un lateral de la plaza Saad Zaghloul Square, en la otra dirección del Paseo que hemos recorrido por la tarde y donde también sirven menús.
Desando mis pasos y vuelvo al hotel para buscar a Garazi y juntos acercarnos hasta ese lugar para cenar algo, estar un rato de cháchara.
Despues de cenar, la verdad que no hemos acertado con nuestra elección culinaria. Tranquilamente volvemos paseando al hotel para descansar y cargar pilas.
La gente local, también regresa a sus casas apiñadas en furgonetas que recorren los diferentes barrios de la ciudad. Son los transportes colectivos –furgonetas semejantes a microbuses– que se abordan donde se puede, a una libra egipcia y que siempre van abarrotadas de gente.
Mañana, volveremos a tener oportunidad de disfrutar de esta mediterránea ciudad.
SEGUNDO DIA EN ELEJANDRÍADesayuno en el hotel y nos preparamos para disfrutar toda la mañana en la ciudad. Frente a la ventana de nuestro hotel y a la sobra de un moderno edificio, observamos en la azotea de una vieja y señorial construccción abandonada, indicios de "ocupas" que han tomado el lugar para su alojo. Muy pocos de estos edificios están habitados en la actualidad. Antaño con un estilo, y una elegancia epocal, hoy lamentablemente arruinada.
Salimos para disfrutar de nuestro último día en la ciudad y queremos aprovecha la mañana para acercarnos paseando hasta la fortaleza de Qaitbay. Nos dirigimos a La Corniche que la recorre la Avd. 26 de julio, con sus dos carriles que nosotros cruzamos sorteando los vehículos. Al inicio vemos el Monumento al soldado desconocido, que se localiza en este distrito de Manshaya y está dedicado a los soldados desconocidos que perdieron sus vidas en las batallas navales, en la ciudad de Alejandría en Egipto.
Monumento construido en forma de semicírculo con columnas de estilo corintio que que originalmente era en homenaje al Ismail Pachá que fue Virrey y uno de los artífices de la construcción del canal de Suez, pero tras la revolución de 1952 fue transformado en el monumento al Soldado Desconocido.
Por la concurrida avenida van y vienen incesantemente viejos taxis Lada de color amarillo y negro, fabricados en la extinta Unión Sovietica bajo patente Fiat y con el mismo diseño que los Seat 124. Pero la via la comparten con otros vehículos, autobuses, furgonetas de transporte colectivo, calesas y bicicletas. Todo un caos sin semáforos, pasos de peatones ni normas aparentes. Aquí manda el claxon y la intuición sobre lo que van a hacer el resto de conductores.
Inicialamos nuestro recorrido por el estupendo "paseo marítimo" de La Corniche, direccióan a la Fortaleza de Qaitbay.
Un simpático paisano, se ofreció junto a su pareja, a sacarse una foto de recuerdo. Ambos dos, con indumentaria al uso. Ella con el velo o "nicab", que sólo la deja los ojos al descubierto.
Estrechas y concurridas playas abarrotadas de gente local. Muy populares entre los egipcios, estas playas constituyen un lugar de reunión de residentes locales y otros egipcios que vienen a disfrutarlas Son privadas y hay que pagar una cantidad para estar en ellas. Las mujeres, como manda la religión, se bañan vestidas y también se observan hombres en el agua con sus camisas puestas.
Son bastante estrechas y las sombrillas se apilan unas pegadas a otras. A mediodía las playas públicas del centro de Alejandría son un enjambre. Los niños chapotean en la orilla mientras sus padres, sentados en sillas de plástico, los observan. Un laberinto de familias y vendedores de café, té y zumos acampa sobre la arena.
A Garazi no la apetece mucho darse un chapuzón.
Con la vuelta del turismo extranjero, el gobierno se plantea la creación de playas exclusivas para extranjeros.
Llegamos al puerto y nos dirigimos hacia la fortaleza.
Hacemos unas fotos y nos acercamos a unos puestos de souvenirs para comprar unos imanes de regalo y que también nos recuerden a nuestra vuelta y cada vez que nos acerquemos al frigorífico, nuestro paso por esta ciudad.
Garazi, se queda con ganas de llevarse unas conchas para el baño.
La ciudad está muy apretada y con escaso espacio para nueva construcción, se han derribado muchos edificios, especialmente en la Corniche, para construir otros mas elevados y modernos. A lo largo de este paseo, también se puede ver una gran muestra de la decadente arquitectura de la ciudad, que en los años 50 del siglo pasado, la hizo una de las ciudades más hermosas de África. Muchos edificios antiguos que quedan en pie, están en su mayoría en ruinas o con un gran grado de deterioro y en gran riesgo de sucumbir ante la presión inmobiliaria. Una lástima.
En Alejandría se vivió un ' boom del ladrillo' sin comparación con el del resto del mundo, ni tan siquiera España pudo hacer sombra al ritmo con el que en la ciudad se construían enormes inmuebles, destruyendo incluso para ello palacetes diseñados por arquitectos de gran renombre en los siglos XIX y XX. El estilo del patrimonio en riesgo de desaparición es una mezcla de elementos de estilos, vestigio de un tiempo en el que Alejandría era un crisol de culturas, con importantes minorías de italianos, griegos, sirio-libaneses, judíos, etc.
Construir a lo alto rinde grande beneficios a los promotores.
De camino en el paseo, encontramos la magnífica Mezquita de Abu Abbas Al Mursi, que es la principal mezquita egipcia en la ciudad de Alejandría. Construida sobre la tumba de un venerado santo sufí andalusí del siglo XIII, Abu Abbas Al Mursi, procedente de Murcia, que es uno de los cuatro maestros santos de Egipto, objeto de peregrinaje.
Los fatimíes, que conquistaron Egipto en el s. x y crearon la ciudad de Al Qahira, eran chiíes. En el centro de su nueva ciudad se alzaba una mezquita, Al Azhar, cuyo jeque se convirtió en la principal autoridad del país en asuntos religiosos. Pero Saladino (Salah Ad Din), que asumió el poder en Egipto en el año 1171 y fundó la dinastía ayubí, era sunita. A partir de entonces, y hasta ahora, los imanes de Al Azhar inculcan la ortodoxia sunita. La mayoría de los egipcios son sunitas.
A pesar de que la estructura es moderna, sigue siendo un atractivo edificio octogonal, con una torre central elevada y un interior, que no visitamos, decorado con llamativos mosaicos, azulejos y carpintería islámicos.
Paseando por Alejandría es patente la influencia islámica. Se escuchan los cantos del muecín, amplificados por los altavoces de los minaretes, erguidos sobre el perfil alejandrino. Muchas mujeres usan el nicab, que sólo les deja los ojos al descubierto. Guantes y bolso negros. Otras, sólo llevan el hiyab blanco, o de diferentes colores vivos entre las muchachas jóvenes, especialmente estudiantes.
Continuamos por el paseo y hacemos una parada en la Plaza Saad Zaghloul, donde destaca la gran estatua dedicada al nacionalista Zaghloul. Un monumento al político egipcio, luchador por la libertad de Egipto contra Gran Bretaña.
Está rodeada por un parque que es símbolo de la ciudad, y uno de los sitios más visitados por los turistas. En este mismo lugar se encontraba el desaparecido Caesareum o Cesareo de Alejandría, un magnifico templo mandado construir por la mismísima Cleopatra en el siglo I a. C. y dedicado o bien a Marco Antonio o bien a Julio César, este punto queda un poco difuso en la historia.
Los restos que pudieron ser rescatados en buen estado del templo fueron los dos obeliscos de granito rojo, conocidos como las Agujas de Cleopatra. En ellos, están grabados los nombres de Tutmose III, Seti I y Ramsés II, en el alfabeto jeroglífico.
Lamentablemente, estas dos piezas ya no se encuentran en Egipto. Fueron trasladados a Londres, uno, y a Nueva York el otro, en el año 1879. Hoy se erigen en las cercanías del río Thames y en el Central Park. Es así como los últimos vestigios de la magnificencia de este templo abandonaron su lugar de origen.
El Parque se encuentra en el barrio de los restaurantes y cafés de antaño.
En esta zona, junto al parque. Afortunadamente todavía quedan algunas joyas arquitectónicas, simbólicas de otras épocas de esplendor, en particular de los gloriosos años 30 del siglo pasado. Frente al parque se encuentra el Hotel Steigenberger Cecil Alexandria, un elegante establecimiento de estilo clásico, donde intentamos tomar algo en su terraza exterior y no pudimos.
Nos llamó la atención por su elegante y bella fachada, pero además esconde una interesante historia que es un vivo recuerdo de una época en la que entre sus huéspedes figuraban personalidades como los dramaturgos Somerset Maugham y Noël Coward y hasta Alcapone o el primer ministro británico Winston Churchill. Bajo su mandato, y desde una suite de la primera planta, operaba el servicio secreto británico.
El hotel funcionó durante muchos años como Sofitel Cecil Alexandria Hotel , hasta que se unió a la cadena Steigenberger Hotels& Resorts alemana en octubre de 2014.
El hotel quedó inmortalizado en la tetralogía del autor británico Lawrence Durrell: El cuarteto de Alejandría y la novela Miramar de Naguib Mahfuz.
El Steigenberger Cecil Hotel de cuatro estrellas en Alejandría , Egipto , fue construido como Cecil Hotel en 1929 por la familia Metzger judía franco-egipcia como un hotel romántico, en la plaza Saad Zaghloul , donde habían estado las agujas de Cleopatra , frente a Corniche . Fue incautado por el gobierno egipcio después de la revolución de 1952, y cinco años más tarde la familia Metzger fue expulsada del país. En 2007, después de una larga batalla judicial, se devolvió la propiedad legal del hotel a la familia Metzger, que posteriormente lo vendió al gobierno egipcio.
Hoy, el Steigenberger Cecil Hotel sigue siendo una auténtica leyenda de Alejandría.
Nos acercamos a la Patisserie Dèlices para tomar algo y hacer tiempo para regresar al hotel, a las 15,15 h nos recogen para trasladarnos a El Cairo. Un trayecto de 220 km que nos llevará tres horas y media.
Bastante antes de llegar al Cairo, me llama la atención obras de urbanización en pleno desierto. Me imaginé que serían obras para construcciones urbanísticas, pero un poco alejadas de la capital y en pleno desierto. No iba desencaminado. El autoritario mandatario egipcio Abdelfatah al-Sisi, pretende hacer un prodigio urbanístico, que comenzó en el 2015, propio de una obra faraónica, trasladando a millones de personas a ciudades levantadas de la nada en el desierto con el objetivo de descongestionar las grandes urbes y en el caso de El Cairo trasladará la capital administrativa a esta zona a 48 km de la actual capital. Una inmensa proporción de cairotas verá su existencia trastocada. La nueva capital acogerá a seis millones de habitantes.
La capital del país del Nilo, sigue teniendo, al igual que Egipto, grandes retos por resolver. Con una explosión demográfica imparable, el problema de la repartición del agua y los recursos naturales, así como años de inestabilidad política tras las primaveras árabes.
Llegamos sobre las 16,45 h y nos instalamos en un pequeño pero coqueto hotel de Guiza, ciudad ubicada en la ribera oeste del Nilo. A unos 20 kilómetros de distancia al sudoeste de la capital, El Cairo, y formando parte del área metropolitana de la misma.
El Cairo forma una gran área metropolitana que se extiende a ambas orillas del río Nilo junto con las ciudades de Giza, Qalyub, Shubra-el-Khema y Helwan, siendo la urbe más poblada del mundo árabe y del continente africano.
Hay mucho control policial. Para llegar al hotel que se encuentra junto al complejo de las pirámides, pasamos tres controles.
En este lugar se localizan las célebres pirámides pertenecientes a la dinastía IV y que fueron levantadas hace unos 4.600 años. Además de esto, Guiza se enmarca también en la Gran Necrópolis de Menfis, la cual posee en torno a los 40 kilómetros de extensión. Ambos lugares visitaremos mañana.
Desde la precariedad de la vida en el borde mismo del desierto, los egipcios han forjado una civilización para la eternidad. Y los que hemos podido ver esconderse el sol tras sul mayor símbolo -las pirámides-, hemos podido sentir un poder de fascinación inenarrable.
Este hotel Great Pyramid Inn, con una privilegiada ubicación , frente a las pirámides de Giza que casi se tocan con la mano, cuenta con una espaciosa terraza en su azotea que proporciona impresionantes vistas de las pirámides más importantes del mundo. Y desde donde se puede ver y oir perfectamente el espectáculo de luz y sonido que se celebra todos los días.
Las pirámides son excepcionales. Pero detrás de esa cortina turística hay un ciudad muy pobre donde animales y personas deambulan por esa zona. Seguro que el turismo deja mucho dinero, pero no parece que lleguen inversiones de mejora a esta ciudad. Mucha suciedad y llama la atención, frente a las majestuosas pirámides, niños descalzos junto a montones de basura y perros.
Durante estos dos años de pandemia, sin la renta turística y en medio de una crisis económica sin precedentes, Egipto habrá tenido dificultad para preservar su fabuloso patrimonio histórico.
Para sacar las entradas, no admitían ni euros, no dólares ni tarjetas. Solo valían libras egipcias.
Nosotros lo vimos dentro del recinto arqueológico. Un impresionante espectáculo de luz y sonido, para mostrar a los turistas la historia de su país. El evento se inicia con la iluminación de la esfinge, mientras se explica la historia de las pirámides y quienes las construyeron. Mediante rayos láser y proyecciones de luz sobre el Templo de la Momificación, las paredes de las pirámides, la arena del desierto y la esfinge misma, se despliega un resumen de la historia de la cultura egipcia. Con la incorporación de música de fondo, se consigue una atmósfera que ayuda a dejarse llevar por la voz de la esfinge, llena de misterio. La duración del espectáculo es de 1 hora y tuvimos la gran suerte de que la narración fuese en castellano.
Después del espectáculo cenamos una pizza y a descansar.
Frente a la habitación, a nuestro lado, las maravillosas pirámides y la esfinge que serán nuestras vigilantes y guardianas toda la noche.
Descansaremos quizá en el lugar más icónico y turístico de Egipto.
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